La NASA lanzó a la estratósfera un módulo de instrumentación electrónica desarrollado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional.
El módulo está diseñado para formar parte de un satélite tipo CubeSat y por ello sus dimensiones son pequeñas.
El objetivo es validar, en condiciones de espacio cercano, la tecnología que más adelante se pondrá en órbita para contribuir al estudio y caracterización de la ionósfera.
Los vuelos estratosféricos en globo son mucho más fáciles de hacer y de menor costo, por lo que la instrumentación electrónica se prueba antes, con la idea de que forme parte de nanosatélites tipo CubeSat, que se enviarán a la ionósfera, explicó Rafael Prieto Meléndez, técnico académico del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM.
El maestro en ingeniería detalló que el módulo contiene instrumentación básica, principalmente una computadora a bordo y algunos sensores de temperatura, presión y humedad, así como un GPS para tomar datos y hacer el proceso de adquisición y registro de las señales que se capten durante el vuelo.
El equipo también contiene sensores de movimiento inercial, que incluyen acelerómetros, giróscopos y magnetómetros.
“Queremos tomar mediciones que ayuden a caracterizar el plasma que forma a la ionósfera y ver cómo le afectan diversos factores externos, como el clima espacial y la actividad solar, y cómo se relaciona con diversos fenómenos que ocurren en la Tierra. Pretendemos conocer las perturbaciones que tiene la ionósfera”, subrayó.
El módulo que llegó a una altura máxima de 38.5 kilómetros, llevaba colgando una góndola con tres experimentos científicos, dos de universidades estadounidenses y uno mexicano.
“Para participar en esta misión sometimos nuestra propuesta a la NASA, ellos la evaluaron, consideraron que era pertinente y fuimos seleccionados para participar”, resaltó Prieto.
Desde hace casi cuatro años, el ICAT y el Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN colaboran en este proyecto en el que generan instrumentación espacial, sobre todo satélites tipo CubeSat, orientados al estudio y caracterización de la ionósfera, esa parte de la atmósfera ubicada entre 80 y 400 kilómetros de altitud, una región siempre ionizada debido a los efectos de la radiación solar.
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