Para Tatá, María, Cheché y Adilia, por Carolina Jaimes Branger

Para ustedes, a quienes tal vez nadie les escribió una carta. Para ustedes, que no tuvieron hijos por cuidar los hijos de otros. Para ustedes, que iluminaron mi infancia con su presencia, su dulzura y su sencillez. Para ustedes, almas puras que a pesar de haber sufrido, padecido carencias y pasado trabajo, siempre fueron fuentes de amor.