La triste soledad – por Rodolfo Izaguirre
Cuando murió mi mujer y las circunstancias de vida me arrojaron al abismo del desamparo cambié el nombre de Belén por el de Soledad, es decir, convertí la soledad en permanente compañía e intenté así mitigar, el dolor de su ausencia.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo