¿Por qué emigran los venezolanos?

El mundo está preocupado porque emigran los venezolanos.

¿Cuáles son las razones por las que los venezolanos dejan su país?

Aunque aspiramos ser un servicio de agregación y curación de noticias para venezolanos dentro y fuera de Venezuela, este artículo es principalmente para personas de otras nacionalidades y latitudes que quieran saber por qué los venezolanos dejan su paradisíaco país.

Lo de «paradisíaco» no es una exageración pues en varios sentidos Venezuela es uno de los lugares del mundo más parecidos al idílico paraíso terrenal: clima perfecto, casi toda Venezuela está soleada todo el año, abundante vegetación, frutas, agua dulce, hermosas playas, bellas mujeres, paisajes de todo tipo, aves exóticas, y pare de contar bendiciones.

Así que muy buenas razones ha de tener un venezolano para marcharse como sea, en condiciones infrahumanas, peligrosas, en ocasiones dignas de una película de acción.

Estas son algunas de las razones, sin orden de importancia ni de aparición.

Para cada venezolano cada una tendrá más peso que las otras. Casi nunca te vas por una sola razón, más bien suele ser un combo, una mezcla de presiones, miedos, carencias y límites que hacen que una persona o una familia completa diga «hasta aquí» y se vaya de venezuela llevándose lo mucho o lo poco que tenga y que pueda.

Los venezolanos emigran porque están huyendo del hampa.

Venezuela es uno de los países más peligrosos del mundo.

Según una lista publicada en 2017 por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (Ccspjp) de México, 4 de las 10 ciudades más peligrosas del mundo están en Venezuela, incluyendo a Caracas en el primer lugar.

1. Caracas, Venezuela.
2. Acapulco, México.
3. San Pedro Sula, Honduras.
4. Distrito Central, Honduras.
5. Ciudad Victoria, México.
6. Maturín, Venezuela.
7. San Salvador, El Salvador.
8. Ciudad Guayana, Venezuela.
9. Valencia, Venezuela.
10. Natal, Brasil.

Aunque quizá la inseguridad ya no es la razón principal por la cual los venezolanos abandonan el país, para muchos lo fue hasta hace pocos años, antes de la falta de medicinas y la escasez de comida, antes de agudizarse la crisis, los primeros en irse huían principalmente del hampa.

Según Business Insider, un periódico en línea de Economía y Finanzas, en el año 2016 los homicidios en Venezuela llegaron a 60 por día.

Los venezolanos emigran porque necesitan medicinas.

Aunque en Venezuela primero desaparecieron algunos alimentos y disminuyó radicalmente la variedad productos, la falta de medicinas hizo más ruido. Fue una alarma, un asomo de lo que venía. Se hizo común escuchar en las farmacias «no hay», «se agotó», «lo descontinuaron», al preguntar por una crema para los golpes, una aspirina, o las pastillas para controlar la tensión. Esto no parece tan grave hasta que sufres de una enfermedad crónica que requiere dosis fijas de uno o más medicamentos. Cuando comenzó la escasez de medicinas, el problema no era el precio, eso vendría después, simplemente no había lo que necesitabas.

Los venezolanos emigran porque quieren comer.

En este momento en Venezuela el salario mínimo no llega a los 6 millones de bolívares mientras que la canasta básica familiar se estima en 600 millones de bolívares. Quiere decir que una familia necesita un ingreso equivalente a 100 salarios mínimos para poder cubrir sus necesidades básicas cada mes.

Siendo así, queda claro que en Venezuela para muchas familias es imposible mantenerse al nivel que exige la economía del espiral hiperinflacionario más brutal del mundo en la actualidad. Por eso mucho de los venezolanos que se quedan han perdido peso. Algunos padres saltan comidas para que alcance más para sus hijos, familias enteras se van a la cama sin cenar y es común ver a las personas hurgando entre los desperdicios buscando sobras para comer.

La crisis de la escasez de los alimentos se acentúa y se atenúa a la par de los precios: a veces no se consiguen algunos productos, así que no importa cuanto cuesten. A veces están ahí, al alcance de la mano, pero muy caros para la mayoría de los bolsillos.

Los venezolanos emigran para mantener a sus familias.

Recientemente los venezolanos emigran de venezuela porque quieren ayudar a sus familias y se les hace más fácil hacerlo desde afuera, ganando salarios en moneda fuerte, por modestos que sean. Las famosas remesas suelen ser humildes: 20, 30, 50 dólares, llegan mensualmente como bombonas de oxígeno para las familias que se quedaron en Venezuela.

Los venezolanos emigran por la sensación de encierro.

Venezuela no siempre fue tan pobre. Quizá nunca fue el país rico que dicen algunos mayores. Quizá los venezolanos nunca estuvieron tan cómodos como dicen «los viejos», pero hasta hace relativamente poco una buena parte de los venezolanos podía viajar al exterior al menos una vez al año y otra buena porción podía hacer turismo interno viajando a Margarita, Morrocoy, Los Llanos y otras zonas turísticas de Venezuela más de una vez al año.

Además de no poder salir del país con la misma frecuencia, el venezolano puede sentirse encerrado. Puede llegar a pensar que hay un complot para que no salga de Venezuela: dificultad para obtener pasaporte y para tener visa de entrada incluso a países vecinos.

También está la hazaña que es comprar divisas, que además supone un gasto enorme por encima del presupuesto de la gran mayoría, luego de hacer las maromas necesarias para saltar las barreras legales, el control cambiario, los múltiples precios del mercado negro…

Todo esto sofoca, cansa y mortifica a muchos que un día deciden irse a un país en el cual no sea una odisea comprar un pasaje de avión.

Los venezolanos emigran para mejorar su calidad de vida.

Hay venezolanos que no están pasando hambre en Venezuela y sin embargo deciden irse del país. Personas de clase alta venida a clase media, o de clase media venida a baja, e incluso hay quienes no tienen presiones económicas de ningún tipo y aun así se van. Son las personas que sacrifican el clima, las costumbres y otras bondades que sobreviven en Venezuela para mejorar su estilo de vida. Para poder asistir a conciertos, ir a cenar a un buen restaurante aunque sea de vez en cuando, manejar bicicleta sin temor a que los roben, e incluso para poder tener el último modelo de iPhone y hablar con él en la calle sin miedo.

Parecen razones frívolas, banales, pero no lo son. Muchos venezolanos son «aspiracionales», es decir, quieren mejorar de manera integral, tener cosas buenas y vivir experiencias positivas.

Todos los seres humanos merecemos un nivel de vida aceptable y cualquiera tiene derecho a procurar bienestar para sí mismo y para los suyos.

Los venezolanos emigran para poder comprarse lo que quieran.

Lo misma sensación de encierro que sienten en Venezuela los que quieren viajar la sienten otros cuando quieren comprar bienes. Y no tienen que ser inmuebles o automóviles. Puede ser una consola de videojuegos, unos zapatos, unos jeans. En Venezuela no hace falta ser un comprador compulsivo para sentir la frustración de no poder comprar lo que quieres. Quizá tienes el dinero hoy, pero mañana ya no te alcanza. Quizá te alcanza, pero por tardarte un par de días, ya no hay lo que querías.

Los venezolanos emigran para pagar servicios que funcionan.

En Venezuela hay crisis de agua potable y de energía eléctrica. Venezuela tiene uno de los peores servicios de Internet del mundo. Las compañías de telefonía celular compiten para ser la menos mala. Hay huecos en las vías que de paso rara vez están bien iluminadas. Y aunque hoy en día los precios de estos servicios son tan baratos que las personas que no son de Venezuela se ríen cuando se enteran, hay quienes prefieren irse a otro país a pagar servicios caros, pero que funcionan.

Los jóvenes venezolanos emigran para poder independizarse.

Para los jóvenes de hoy es difícil independizarse de sus padres. Sucede en muchos países. Los llamados «millennials» no pueden comprar casa y carro tan fácilmente como lo hicieron sus padres o abuelos. Naturalmente para los jóvenes de Venezuela es casi un sueño. Los jóvenes venezolanos emigran huyendo del infierno venezolano y en búsqueda del sueño americano: carro, casa, hijos… Combo que en Venezuela es más bien motivo de frustración y miedo.

Pésimos y carísimos servicios de salud.

Los seguros en Venezuela cubren muy poco. Una simple enfermedad o intervención quirúrgica rutinaria se come la cobertura de casi cualquier póliza. Los hospitales no tienen insumos, las clínicas son caras y aun así a veces no tienen cupo, están saturadas. A los venezolanos les causa terror la sola idea de enfermarse por miedo a que se termine de destruir su ya precaria condición económica.

Los venezolanos emigran porque buscan paz mental.

En Venezuela hace tiempo se perdieron la paz y la tranquilidad. Todos los días hay una nueva mala noticia: Marchas, protestas, asesinatos, invasiones, secuestros, abusos, cambios en las leyes. Aunque no sean víctimas directas, algunos venezolanos no aguantan la presión mental y el estrés que produce el vertiginoso ritmo noticioso de Venezuela y se van del país buscando sosiego en otro lugar.

Los venezolanos emigran por razones políticas.

Bien sea porque son perseguidos por sus ideas, o porque simplemente no entienden ni comparten la postura política de otros, para algunos venezolanos se hacen insoportables las diferencias políticas irreconciliables que tienen incluso con familiares o amigos. Cansados de no ver un cambio verdadero en casi 20 años y ni siquiera vislumbrar una luz al final del túnel, optan por irse a países con otros sistemas de gobierno.

El chavismo / madurismo ha gobernado en Venezuela durante casi 20 años y para muchas personas la gran crisis que sufre el país es en buena parte responsabilidad de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

¿Eres venezolan@? Cuéntanos qué pasó contigo.

Si eres venezolan@ y te fuiste, cuéntanos por qué lo hiciste. Te pedimos disculpas si dejamos por fuera la principal razón por la que emigraste de Venezuela.

Si te quedaste, ayúdanos a escribir el artículo: ¿Por qué los venezolanos se quedan en Venezuela? Será un ensayo optimista que enumerará las razones que tenemos para quedarnos y seguir luchando por nuestro hermoso país.

Gracias por leer.