Una nueva tormenta financiera se abalanza en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, podría enfrentar reclamos de pago por más de $60,000 millones en las cortes internacionales en los próximos meses, lo que dificultaría más la crisis que no ha manejado el Ejecutivo.
“Si (el Gobierno venezolano) no logra conseguir una rápida situación a este problema, la decisión de los tenedores de bonos de activar la cláusula de aceleración de pagos podría iniciar el efecto de bola de nieve” dijo Russ Dallen, socio gerente del banco de inversión Caracas Capital, según información de El Nuevo Herald.
Venezuela tiene en circulación emisiones de bonos mayores que la de los 1.500 millones de dólares, cuyos tenedores decidieron acelerar el pago de la totalidad del monto.
La mayoría de los contratos de bonos contienen la cláusula de incumplimiento cruzado, donde la activación de la cláusula de aceleración de una emisión autoriza a todos los tenedores de bonos de las restantes emisiones a hacer lo mismo.
“Esto podría desatar una estampida de acreedores” dijo Dallen.