Desde que Nicolás Maduro llegó al poder en abril de 2013, colecciona denuncias sobre golpes de Estado, conspiraciones o magnicidio. Desde enero hasta junio de 2019 fueron cuatro las supuestas rebeliones develadas. En 2018, la acusación más contundente fue la del intento de magnicidio ocurrido en agosto de ese año y que presuntamente vincula a civiles militares.
Las denuncias sobre planes desestabilizadores han sido bautizadas por el gobierno del heredero de Hugo Chávez con distintos nombres: Golpe Azul (2014), Operación Jericó (2015), Fuerte Paramacay (2017), caso Óscar Pérez, Movimiento de Transición a la Dignidad del Pueblo; Operación Fénix (magnicidio) y Operación Armagedón en 2018; y el golpe de Estado y magnicidio de junio de 2019.
Continúa leyendo el artículo de Tal Cual aquí.