Las micosis son las infecciones provocadas por hongos que podemos sufrir todas las especias animales y vegetales
Las infecciones provocadas por hongos las podemos sufrir todos los seres vivos. Algunas micosis son afecciones oportunistas que prosperan ante una baja de las defensas del sistema inmune del sujeto afectado. Tal baja puede ser causada por estrés, estados psíquicos de ansiedad o depresión, por el retrovirus del VIH-Sida o por ciertos tratamientos quimioterápicos, entre otros factores. Un ejemplo típico de micosis oportunista es la candidiasis.
Los hongos parásitos infectan al ser humano. Un deuteromiceto –una variedad de hongo– puede infectar el área entre los dedos de los pies y causar la infección conocida como pie de atleta. Los hongos forman un micelio (Aparato vegetativo de los hongos que les sirve para nutrirse y está constituido por hifas) directamente en las capas exteriores de la piel. Esto produce una llaga inflamada desde la cual las esporas pasan fácilmente a otras personas. Cuando los hongos infectan otras áreas, como el cuero cabelludo, producen una llaga escamosa roja llamada tiña. El microorganismo Candida albicans, una levadura, puede trastornar el equilibrio interno del cuerpo humano y producir enfermedad micótica. Crece en regiones húmedas del cuerpo, sin embargo, el sistema inmunológico y otras bacterias competidoras normalmente la controlan.
¿Qué podemos hacer para controlar el ataque de los hongos en la piel?
Las micosis superficiales son infecciones muy prevalentes, en particular en los trópicos. Las principales son las dermatofitosis o tineas o tiñas (capitis, corporis, cruris, barbae y pedis, es decir, de la cabeza, del cuerpo, de la pierna, de la barba y del pie, respectivamente), producidas por Trichophyton, Epidermophyton y Microsporum, las candidiasis superficiales (Candida albicans y tropicales), la pitiriasis versicolor (Malazessia furfur) y las onicomicosis.
- Tratamiento
- Las micosis cutáneas (excepto onicomicosis y tinea capitis) responden bien al tratamiento con antifúngicos tópicos del tipo de los imidazoles. El tratamiento por vía sistémica está recomendado en los casos de difícil tratamiento o evolución severa. El tratamiento varía en intensidad según la localización.
- Si la tinea capitis no desaparece después de una semana de tratamiento con terbinafina, se debe asumir que la infección es producida por Microsporum y continuar el tratamiento por 2-4 semanas, hasta que se produzca la descamación.
- Para el tratamiento de tinea resistente a los tratamientos convencionales se recomienda:
- – Terbinafina 250 mg, oral, una vez al día, por una semana o,
- – Fluconazol 50 mg, oral, una vez al día durante 2 semanas, o en dosis única 150 mg una vez a la semana durante dos semanas, y en tinea pedis hasta de 4 a 6 semanas.
- El fluconazol oral se recomienda como una solución de última instancia y se lo prefiere conservar para infecciones micóticas sistémicas. (Wikipedia)
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