Experimentar en el mundo de la fotografía es una actividad que crea mucha satisfacción, pero que requiere de un gran ingenio y la valentía de jugar muchas veces con equipo costoso y frágil. Sin embargo, este proyecto muestra que, a veces, lo necesario para experimentar puede ser toda esa chatarra que pensamos que debe ir para la basura. Así es la cámara Frankenstein que Alireza Rostami contruyó:

Tras la muerte de su primer ordenador, el fotógrafo iraní decidió darle una vida nueva a los componentes de esa torre. Por lo que reunió la mayor cantidad de componentes de ese y otros ordenadores viejos para crear una cámara de formato medio. “Creo que siempre hay la posibilidad de crear artefactos nuevos con algo de creatividad e ingenio – artefactos que sorprenderán a nuestros amigos y quienes nos rodean” dice Rostami en una entrevista con Peta Pixel…