Unas 200 casas fueron afectadas por un incendio forestal que comenzó el martes en la ciudad turística de Valparaíso, en el centro de Chile, y dejó a decenas de familias sin hogar durante la celebración de Navidad.
El incendio golpeó las colinas de Rocuant y San Roque en la parte alta de la ciudad y fue activo pero menos intenso, mientras que el número de hogares «afectados por el fuego» aumentó de 150 a 200 en cuestión de horas.
En total, alrededor de 150 hectáreas fueron devastadas por el incendio, según el ministro del Interior, Gonzalo Blumel. «Ha avanzado mucho en el control de incendios, pero el fuego aún no ha sido contenido» lo que afecto a las 200 casas.
Según el servicio nacional de emergencias (Onemi), 12 bomberos resultaron heridos y 1.700 clientes permanecen sin electricidad. Otro incendio forestal está activo y «consume un área de aproximadamente 9 hectáreas de vegetación».
Veinticinco brigadas forestales civiles y militares, 12 brigadas de bomberos, siete tanques y aviones de observación, y 11 helicópteros están trabajando en los dos incendios, dijo Onemi.
El fuego corrió hacia las casas de madera, y la policía, los bomberos y el ejército evacuaron a docenas de familias que esperaban la cena de Navidad. Algunos pasaron la noche en refugios.
“Estábamos preparando todo para las vacaciones cuando comenzó el incendio. Todo fue tan rápido que no pudimos eliminar nada”, le dijo a AFP Fabián Olguín, de 28 años, que vivía en Rocuant Hill.
Las casas se encuentran en los barrios de lujo de Valparaíso, donde los edificios están hechos principalmente de madera y muchos de sus habitantes viven en condiciones precarias.
Los propietarios de las casas afectadas, que perdieron todas sus pertenencias, regresaron hoy a la escena para rescatar lo que quedaba de los escombros.
“Horrible, terrible, ver las casas en llamas. Pierde el sacrificio, trabaja 20 años. Desafortunadamente, todos estamos sin hogar», se lamentó Silvia Puga, de 49 años.
La intensidad del incendio disminuyó en las áreas habitadas, mientras que los bomberos aún intentaban combatir los brotes activos en el desierto, dijo el ministro Blumel.
Redacción Curadas.