Donald Trump, presidente de Estados Unidos, dijo este viernes que ordenó el ataque que mató el general Qassem Soleimani, con el fin de «poner fin a la guerra», y no para «comenzar una».
El primer mandatario hizo una declaración breve, poco después de haber perpetrado acciones contra Soleimani para «desestabilizar» el Oriente Medio durante los últimos 20 años, afirmando que su «reino de terror ha terminado».
«Actuamos desde ayer por la noche para poner fin a una guerra. No actuamos para iniciar una guerra» dijo Trump, y agregó que tiene «profundo respeto por el pueblo iraní».
El presidente también dijo que estaba «listo y preparado» para «tomar medidas que considere necesarias» para proteger a los ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Trump culpa a Irán por el asesinato de ciudadanos estadounidenses en el Medio Oriente y el hostigamiento de las milicias chiítas iraquíes contra la embajada en Bagdad a principios de esta semana. Soleimani era comandante de la Fuerza Quds, unidad especial del Ejército Guardián de la Revolución Islámica, y el ejército más poderoso de Irán. El general estaba en un automóvil bombardeado por Estados Unidos en el aeropuerto internacional de Bagdad, la capital de Irak.
Una figura muy popular en el país, Soleimani estaba cerca del ayatolá Ali Khamenei, la guía suprema de Irán, y citó como sucesor al presidente Hassan Rohani. Teherán ya prometido vengar la muerte del general, «el momento más oportuno y el lugar».
La muerte de Soleimani tuvo efectos en el mercado financiero y elevó el precio del barril de petróleo WTI 3.2% en Nueva York a $ 63.19, el más alto desde abril pasado.
Por otra parte, la anunciada venganza puede traer repercusiones en otros continentes, como el sudamericano. Según investigaciones, Soleimani, poseía influencia en diversos ámbitos del pensamiento, así como, a nivel comercial en distintos países, entre ellos Venezuela.
Redacción Curadas.
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