Los expertos creían que la especie había desaparecido, porque su hábitat quedó calcinado, pero fueron fotografiados 60 ejemplares de una especie única en el mundo
Australia lleva ardiendo desde el pasado mes de setiembre. El estado de Nueva Gales del Sur, en el este del país, es uno de los más afectados por las llamas. En total, el fuego ha calcinado el 80% de los hábitats naturales de 327 especies protegidas, entre las que figuran algunos de los iconos del país: los koalas, los canguros o los ornitorrincos. Ante este escenario, el gobierno australiano decidió hace unos días lanzar comida desde helicópteros para intentar salvar la fauna del país, si bien hay algunas especies que han sobrevivido a los incendios forestales sin ningún tipo de ayuda, como es el caso de una babosa de color rosa fluorescente que vive en la cima del Monte Kaputar, ubicado al noroeste de Sydney.
En medio del fuego, esta fabulosa especie logró sobrevivir a la ola de incendios que devastaron su hábitat natural donde existen, además de ellas, otras 327 especies protegidas.
La excelente noticia fue confirmada por el Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre en un mensaje en su página oficial de Facebook.
¿Cómo logró sobrevivir la babosa fluorescente?
Escondiéndose en las grietas de las rocas del monte. Gran parte de las fuentes de alimento de las babosas (hongos, musgo y moho) también se quemaron por el fuego, pero crecen con cierta rapidez y no las babosas no morirán de hambre.
La babosa rosa se enfrenta con un depredador que no conocía: el fuego. Al resto de los depredadores animales los aleja con su desagradable sabor. El problema de la sequía afecta mucho a estas babosas porque sin humedad no pueden producir la sustancia que las ayuda a desplazarse.
En el monte Kaputar, al noroeste de Sídney, debe su nombre a un volcán inactivo de esa misma zona. Y además de las babosas fluorescentes, hay tres especies de caracoles carnívoros que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
Tomado de CLARÍN
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