Anna Levine, fue una mujer que marcó pauta en los Estados Unidos. Siempre llevaba su Constitución de bolsillo, pero también se la sabía de principio a fin. Ella siempre estaba lista para citar ciertas partes si veía alguna injusticia, racismo o discriminación en el mundo.
Y que desde muy joven Levine tuvo una pasión por los derechos civiles y el activismo. Viajó a Washington, DC, en 1963 y caminó con el Dr. Martin Luther King Jr. durante la Marcha en Washington.
La hija de Anna Levine, Robin Levine, contó a la cadena de televisión CNN que marchar y escuchar el discurso de King “I Have A Dream”. Este fue el pináculo de la vida de su madre y un recuerdo que compartiría con familiares y amigos.
“Ella quería que nos diéramos cuenta de que nadie es mejor que nadie”, contó Robin Levine. “Se subió a un autobús con 200 extraños, fue lo que dijo, y viajó a Washington, DC. Dijo que era algo muy importante para ella”.
Dos veces sobreviviente de cáncer, amaba el aprendizaje y la ley. Le tomó 14 años obtener su licenciatura. Debido a que se tomó un descanso de las clases para lidiar con sus propios problemas de salud y un divorcio.
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Levine trabajó para obtener una maestría en planificación urbana. Y finalmente, una licenciatura en derecho de la Universidad de la Ciudad de Nueva York a los 62 años. La pasión de Levine por la ley fue heredada por su nieto Eric, quien ahora trabaja como abogado.
Levine trabajó como contadora en una joyería hasta que se graduó de la facultad de derecho y comenzó a trabajar en el programa de mediación de la corte familiar del estado de Nueva York. La antigua residente de Little Neck continuó haciendo ese trabajo durante más de 20 años.
“Ella quería que su vida significara algo cuando la gente la recordara, quería que pensaran que ella había hecho algo, dejó su huella en el mundo y esa fue su forma de dejar un legado al mundo”. Dijo Robin Levine de un comentario que su madre le hizo a su hermana, Sharon Levine.
Cuando cumplió 80 años, el Comité de Debates Presidenciales invitó a Levine y a su hija al debate presidencial entre el senador John McCain y el entonces senador Barack Obama en la Universidad Hofstra. Levine asistió como invitada del presidente de Hofstra.
Robin Levine recuerda haber estado en una conferencia telefónica con su madre y otros familiares la noche en que el presidente Obama fue elegido. Estaban viendo CNN y cuando se confirmó a Obama, Levine se echó a llorar de alegría, dijo su hija.
Incluso a medida que envejecía, la política y los derechos civiles continuaron siendo una prioridad para Anna Levine. Ella viajó a DC en 2013 para protestar por los pasos de la Corte Suprema en apoyo de la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Anna Levine fue una apasionada de la política durante toda su vida, hasta que murió a los 91 años del coronavirus, dijo su hija.
Robin Levine explicó que el hogar de ancianos le dijo que su madre se enfermó el 14 de abril. La noche siguiente, una enfermera la llamó para decirle que su madre que había dado positivo por coronavirus.
Robin contactó a Anna por teléfono el 21 de abril y le expresó lo agradecida que estaba de su madre. Anna le dijo a su hija que pensaba que se estaba muriendo, pero que ya estaba bien.
Anna Levine murió sola al día siguiente, 22 de abril.
Redacción Curadas.
Que tristeza morir sola. Una gran mujer. Ejemplo a seguir. Que descanse en paz.
Tanto luchar para morir sola. No entiendo porque los hijos dejan al cuidado de otros la responsabilidad de los padres.
Por Dios… No entendiste nada de lo que leíste. No se que me da más tristeza : si la muerte de una gran mujer o la ignorancia de la gente que lee y nada entiende
Gracia s Yolanda porque usted di entiende, estoy de acuerdo con la Sra Nore, tampoco entiendo es que en EEUU todas las perdonas mayores van a un ancianato. No estoy juzgando a nadie.