Si finalmente Estados Unidos decide endurecer las sanciones para no permitir la importación de diésel, por parte de Nicolás Maduro, se verán afectados el suministro de gas y aún más el sistema eléctrico, que depende de este combustible para generar 300 megavatios (MW), una situación que afectaría, incluso, a centros de salud en plena expansión del coronavirus.
La posibilidad de que Washington deje de permitir que Repsol, ENI y Reliance envíen cargamentos de diésel a Venezuela, como contraprestación de exportaciones de crudo se está analizando en la administración de Donald Trump y en el debate participan representantes del mandatario interino Unidos, Juan Guaidó.
Según se pudo conocer, los representantes de Guaidó en Estados Unidos están de acuerdo en que se tomen medidas contra la importación de diésel, pues consideran que es una rendija por la cual el chavismo puede hacer operaciones internacionales.
Sin embargo, al interior de Venezuela las opiniones del sector opositor están divididas, incluso en el grupo que respalda al presidente del parlamento y mandatario interino, publicó el portal Banca y Negocios.
Las consecuencias que tendría secar al país de diésel afectan a servicios fundamentales como el gas y la electricidad, así como al transporte público de pasajeros y a la movilización de productos esenciales.
Una nota de la agencia especializada Argus revela que «el último cargamento (de diésel) llegó el 26 de julio, a bordo del Atlas con bandera de Bahamas, que atracó en la refinería de El Palito después de salir del puerto sardo de Sarroch, Italia, el 9 de julio.
Otros dos cargamentos en ruta hacia Venezuela fueron embarcados en Cartagena, España. La Dama Feliz completó el embarque el 22 de junio, y el Chance el 16 de julio. Se cree que los tres barcos tienen un total de hasta 925.000 barriles de diésel. Tres cargamentos más de diésel con un total de 1.3 millones de barriles llegarán de la India a finales de agosto y septiembre».
La Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos y Mecánicos (Aviem) señala que unos 300 megavatios de generación de energía de carga base dependen del diésel, además de unos 100 MW de generadores de respaldo, incluyendo unidades que abastecen a los hospitales. En total, la energía basada en el diésel requiere alrededor de 15.000 barriles por día de suministro.
La española Repsol y la italiana ENI son socias en el campo Perla, un bloque con reservas probadas superiores a 16 billones de pies cúbicos de gas costa afuera, una producción de alrededor de 400 o 500 billones de pies cúbicos que Pdvsa paga con crudo y recibe a cambio diésel. Estas petroleras europeas posiblemente revisarían sus operaciones en el país si el largo brazo de Estados Unidos alcanza al negocio del diésel.
Con información de Argus y Banca y Negocios
Ojala y no pase eso… Por que aca el gran perjudicado va hacer el pueblo…por que a ellos no les va hacer mella eso…. La gente que esta afuera y apoya esas sanciones , tampoco les importa por que no les afecta… Que venga para aca a luchar desde aqui y no desde alla, y ademas de que esto puede traer como consecuencia de que las personas que apoyan muchas ssnciones y estan contra este gobierno( que no sirve) se pueden poner encontra de usa y a favor de el gobierno… Seria una estupides mas de la oposición