El Centro de Derechos Humanos de la UCAB publicó este miércoles un informe sobre el drama que viven los migrantes venezolanos retornados, a quienes el régimen ha humillado y criminalizado.
A este drama se une la angustia por haber perdido el trabajo en los países donde migraron, y el peligro ante la pandemia de coronavirus que los obliga a regresar a un país en crisis y cuyas autoridades califican de «bioterroristas».
“Muchos migrantes y refugiados se encontraron de un día para otro sin ingresos, ni vivienda, ni alimentos, ni redes de apoyo familiares o institucionales, por lo que el regreso a Venezuela pareció para algunos la única opción”, señala el documento.
Destaca los llamados Puntos de Atención Social Integral (PASI), donde se han encontrado con condiciones inhumanas, además de inadecuadas para evitar los contagios.
“En los PASI lo que tienen es una muestra de lo que les deparaba el país: alimentos en mal estado, falta de agua, de combustible y de servicios médicos, además de militarización y represión”, indicó la institución.
“Las primeras expresiones de rechazo al retornado provinieron del fiscal impuesto por la asamblea nacional constituyente, quien los calificó de karma; seguido por la ministra de asuntos penitenciarios quien los llamó fascistas y golpistas camuflados. Poco después varios funcionarios, incluyendo a Maduro, de forma deplorable afirmaron que los retornados eran armas biológicas enviadas por el gobierno de Colombia para contaminar a Venezuela”, señala el escrito.
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