La situación sanitaria en Venezuela es crítica y se ha acentuado con la pandemia de coronavirus que obliga a trabajadores de la salud a renunciar por la poca protección y temor al contagio.
Los más golpeados son los trabajadores del interior del país, desvalidos y a la «buena de Dios», ante un sistema obsoleto y olvidado.
Es el caso de los enfermeros en la lejana península de Paraguaná, donde revelan la situación extrema con la que enfrentan el coronavirus.
Norma Otero, presidenta del Colegio de Enfermeras de Paraguaná informó sobre la situación.
Contó «que el miedo entre los agremiados que han decidido, en algunos casos renunciar o pedir sus jubilaciones por temor a contagiarse o contagiar a sus familias».
Agregó: «No hay batas, lentes, máscaras, zapatos y esto ha hecho que los trabajadores se nieguen a entrar a las áreas sin la indumentaria respectiva».
Desde que se declaró la cuarentena y se oficializó la pandemia de coronavirus en el país, dijo no los han dotado de los equipos necesarios.
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A eso se le suman los bajos salarios y la crisis que vive cada uno de los trabajadores de la salud de esa zona del estado Falcón.
«La situación que estamos viviendo, el sistema social y económico ha traído como consecuencia la falta de los servicios básicos», dijo.
Declaró, «las enfermeras hacen guardias de 24 horas para ahorrar pasaje, gasolina y atendiendo más pacientes de lo establecido», informó El Pitazo.
Redacción Curadas.
Que barbaridad Dios mío