El gobierno estadounidense confirmó este viernes la «exitosa» incautación de un cargamento de combustible de Irán que tenía como destino Venezuela.
“Estas acciones representan la mayor incautación jamás realizada de cargamentos de combustible procedentes de Irán por parte del Gobierno”, aseguró el Departamento de Justicia en un comunicado.
Los buques incautados pertenecían al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC, en inglés). En octubre de 2017, Estados Unidos había sancionado al IRGC por su apoyo al terrorismo.
Según el comunicado, el gobierno de Donald Trump ejecutó una orden de embargo. Esta fue emitida por el juez del Tribunal para el Distrito de Columbia Jeb Boasberg.
Boasberg dio la orden, en respuesta a una denuncia presentada el pasado 2 de julio por EE.UU. para decomisar todos los productos derivados del petróleo transportados por los petroleros.
1.116 millones de barriles de petróleo ahora están en custodia de las autoridades estadounidenses. Estos eran transportador por cuatro buques: Luna, Pandi, Bering y Bella; tras ser interceptados se dirigen al puerto de Houston (Texas), según medios locales.
Según el Departamento de Justicia, después de que interceptaron los cuatro buques, la Marina de Irán aparentemente intentó recuperarlos. «Abordó por la fuerza un buque no relacionado en un aparente intento de recuperar el petróleo incautado». Pero no tuvieron éxito.
El valor de la carga incautada puede dirigirse “total o parcialmente” al Fondo para las víctimas del terrorismo, detalló la información, que iba acompañada de fotografías de los buques cisterna.
Irán había desmentido la información
Este jueves, el diario The Wall Street Journal ya había informado que las autoridades estadounidenses habían confiscado cuatro buques iraníes en alta mar. Son los mismos que se dirigían a Venezuela cargados con gasolina, y violaban las sanciones impuestas por Washington.
El Bering y el Bella navegaban por aguas de Cabo Verde cuando el Gobierno de Donald Trump interpuso la demanda para su incautación en julio pasado, mientras que la última señal conocida del Pandi y el Luna fue en Omán.
Sin embargo, el embajador iraní en Caracas, Hojat Soltani, señaló este mismo jueves que los buques incautados «no tienen nada que ver con Irán».
«Otra mentira y guerra psicológica de la máquina de propaganda de EE.UU. Los barcos no son iraníes, ni el dueño, ni su bandera, no tienen nada que ver con Irán», dijo Soltani en Twitter sin mencionar el cargamento.
Ante la escasez de gasolina por la destrucción de las refinerías, Venezuela compra combustible a Irán. A finales de mayo llegaron 245 millones de litros de gasolina.
Redacción Curadas
Muy buena informacion