Abuso policial en Colombia y cómo el asesinato de Javier Ordóñez desató los demonios

El abogado Javier Ordóñez murió luego de ser sometido y golpeado por la policía en Colombia. El hecho, que se esparció como pólvora por las redes sociales, generó indignación y protestas.

Los enfrentamientos entre manifestantes y policías en Bogotá dejaron al menos 7 muertos y más de 240 heridos, según las autoridades.  Según la Alcaldía de Bogotá, los ciudadanos reprimidos sufrieron no solo del uso desproporcionado de armas de baja letalidad, que fue el caso de Ordóñez, sino disparos con armas de fuego.

La BBC destacó algunas de la razones que podrían haber desatado esos demonios.

A diferencia de lo que ocurre en otros países, la policía en Colombia no depende del Ministerio de Gobierno o Justicia, sino del de Defensa, sostiene la publicación.

Así es que los delitos de los que son acusados los agentes se investigan y sancionan en la justicia militar, pese a que en la Constitución y en el Código Penal la policía está configurada como un ente civil.

Un cambio en ese sentido es una de las reformas que manifestantes, expertos y políticos piden ahora que la fuerza pública volvió al escenario tras la muerte de Javier Ordóñez.

Este último estallido social se da en un país que en noviembre de 2019 vivió una ola de violencia que, de hecho, incluyó denuncias de abuso policial.

Y ahora el gobierno de Iván Duque responde con la misma estrategia de noviembre: más presencia policial en las calles, anuncio de investigaciones a los abusos y defensa de la actuación «férrea, gallarda» de la policía.

Por su parte, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, denunció una campaña de «estigmatización» de la fuerza pública en redes sociales y otra de «incitación a la violencia» por parte de miembros de la oposición, entre ellos el excandidato presidencial Gustavo Petro.

La muerte de Ordóñez cerró el paréntesis que impuso la pandemia al estallido que demandaba cambios en la política económica, social y educativa del gobierno y una implementación más proactiva del acuerdo de paz firmado con la guerrilla en 2016.

Porque parte de la deuda de ese acuerdo, coinciden analistas consultados por BBC Mundo, ha sido sacar a las Fuerzas Armadas de la lógica del conflicto.

Por qué es militar

El Monitor de Fuerza Letal, un centro de estudios que estudia los abusos de las fuerzas del orden, atribuye a las policías en Brasil, Venezuela y El Salvador índices de brutalidad y homicidios de civiles mucho más altos que a la de Colombia.

En esos países, así como en Chile o México, las policías también se unen parcialmente al ejército en su función de defensa del Estado.

Pero Alejo Vargas, un veterano experto en seguridad de la Universidad Nacional en Bogotá, advierte sobre la particularidad del caso colombiano: «Todo en la policía colombiana es muy único, porque históricamente se han usado a los militares y a los policías para cualquier cosa, con el resultado de que tenemos una policía muy militarizada y un ejército muy policial».

El profesor indica que esto «ni siquiera tiene origen en el conflicto armado, porque desde principio de siglo la policía ha tenido labores militares y viceversa, como ocurrió en la masacre de las bananeras (1928), que tuvo que haber sido controlada por policías, pero fueron solados» los que mataron a 1.800 trabajadores en una protesta.

Lea también: Régimen ocupa AGA-Gas para dotar de nitrógeno a refinerías

Qué hay que reformar

Ni los escándalos ni los homicidios por abusos en la policía colombiana son nuevos: entre 2017 y 2019, cada mes murieron un promedio de 18 civiles a cuenta de presuntos abusos policiales, de acuerdo a Temblores, una ONG.

Y cada vez que la atención del país se vuelca hacia la fuerza pública, los gobiernos lanzan reformas, comisiones y estrategias de capacitación en derechos humanos para atender los problemas.

Según los expertos consultados, sin embargo, nada de eso ha producido un cambio estructural.

Para María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz, «la policía no cuenta con una orientación, un liderazgo y una subordinación civil que determine sus funciones».

«Tú hablas con ellos (policías y militares) y tienen una sensación de orfandad, porque ningún civil les hace seguimiento, les mide sus indicadores, verifican si están cumpliendo o no las políticas de Estado», añade.

Con información de BBC

3 comentarios en «Abuso policial en Colombia y cómo el asesinato de Javier Ordóñez desató los demonios»

  1. Colombia ya tiene mucho progreso en materia policial y sus estructuras bien fortalecidas es un gran adelanto para un posible cambio de gobierno es la misma escuela y modelo utilizados por el paisano Nicolás en Venezuela con los asesinos de la GNB

    Responder
    • Es necesario que este cuerpo policial este subordinado a las leyes civiles y no militares, es la única forma de poder controlarlos y aplicar los correctivos a tiempo , es un exabrupto judicial tanto la población civil como los cuerpos policiales deberían de estar controlados por el ordenamiento civil allí está el grave error q puede hacer la Alcaldesa buscar los recursos económicos pero no tiene mando ella está subordinada a este cuerpo corrupto

      Responder

¿Qué opinas?