Algunos hábitos o costumbres «saludables» que podrían dañar tu cerebro

Nuestro cerebro es el órgano más importante de nuestro cuerpo, controlando todo lo que hacemos: respirar, caminar, comer, dormir, etc.

Es el procesador central de todas nuestras funciones corporales, la parte que interpreta lo que vemos y escuchamos, olemos y saboreamos, e incluso un lugar donde se produce la reacción química asociada con el amor

Cada hábito tiene un efecto directo en alguna función del cuerpo y sus órganos. Tratándose del cerebro humano, el objeto más complejo que conocemos en el Universo, esta verdad resulta aún más evidente:

Aunque no conocemos un tratamiento eficaz para lidiar con la demencia, evitar la aparición de un cáncer o detener la pérdida de funciones cognitivas en la vejez, todos conocemos que dormir adecuadamente, comer alimentos saludables y evitar el alcohol o el tabaco son benéficos para el organismo en general. Sin embargo, existen algunos hábitos que aunque parecen benéficos, pueden comprometer al cerebro y sus funciones:

Pasar mucho tiempo a oscuras

Aunque parezca un hábito completamente inocuo, pasar la mayor parte del día sin exponerse directamente a la luz del sol es perjudicial para el funcionamiento del cerebro.

En algunos de los países y ciudades más cercanas a los polos, es común que durante el invierno un porcentaje de la población experimente trastorno afectivo emocional (TAE), también conocido como depresión de invierno, debido a la ausencia de luz solar.

En su versión más grave, se trata de una enfermedad incapacitante que afecta el sueño, el apetito y la interacción social. De ahí que sea necesario exponerse al sol al menos un par de horas al día y evitar la oscuridad durante la mañana y las tardes.

Comer demasiado atún

Si hay un alimento alto en proteínas que resulta barato, accesible y práctico para comer en cualquier sitio, ese es el atún. Sin embargo, a pesar de todas las propiedades positivas y la alta disponibilidad de grasas saludables que contiene, comer atún de lata muy frecuentemente puede resultar perjudicial para el cerebro a largo plazo.

Esto debido a que el consumo de atún y otros pescados contaminados es la principal vía de exposición humana al mercurio, un elemento químico que si se concentra en el organismo perjudica la memoria, limita las funciones cognitivas y puede provocar daños en el sistema nervioso del bebé si es consumido a diario por una mujer embarazada.

Continúa leyendo esta interesante información en MUY INTERESANTE

Curadas.com | Tu compañía en información…

¿Qué opinas?