La diócesis de Rockville Centre, en Nueva York, se declaró en bancarrota este jueves en bancarrota; no pudo hacer frente a las decenas de demanda por abuso sexual a menores de edad.
El obispo John Barres aseguró que esta es «la mejor vía para asegurar la justicia y una salida equitativa para todos los implicados».
Desde 2017 la diócesis situada en Long Island ha compensado a más de 300 víctimas; pero ya no puede hacerle frente a los costos de todos los litigios que tiene pendiente.
El aumento de las demandas provocó que las aseguradoras se negaran a hacer frente a los costos de la organización; esto los obligó a recurrir a la protección por bancarrota.
EFE detalla que las colectas normalmente suponen el 40% de los ingresos de la diócesis. El cierre de las iglesias y servicios religiosos por el coronavirus también aceleró el proceso de quiebra.
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Uno de los abogados de las víctimas acusó a la organización de evadir sus responsabilidades. Por otra parte, las demandas se han incrementado desde que el gobernador Andrew Cuomo amplió la edad mínima para denunciar abusos sexuales a menores hasta 28 años.
La diócesis de Rockville Centre es la octava diócesis de Estados Unidos, con más de 1,4 millones de feligreses.
La agencia de noticias señala que la arquidiócesis de Nueva York destapó el año pasado los nombres de 120 sacerdotes y diáconos acusados de abusos sexuales a menores o por tener pornografía infantil en un intento de avanzar hacia la reconciliación y la justicia.
Redacción Curadas