Tras la reapertura parcial de la cuarentena en Colombia, cientos de migrantes venezolanos que había regresado al país, huyendo del desempleo y la pandemia de coronavirus, están retornando al país vecino. Las trochas siguen siendo los pasos preferenciales, pese a los peligros que representan estos pasos irregulares.
A través del portal Cimanewsdigital, se conoció que pasar hacia Colombia no es gratis. Hay «punto de control» en las trochas, donde se debe pagar en dólares o pesos.
«El paso de migrantes venezolanos por trochas se vuelve a convertir en uno de los negocios rentables para miembros de diversos grupos irregulares que mantienen el control de zonas y cobran en promedio entre 10.000 a 100.000 pesos (De $3 a $30) en sus puntos de control», señala el sitio.
Esto ocurre, «a pesar de que oficialmente sigue cerrada la frontera colombo-venezolana. En los pasos ilegales entre ambas naciones ha aumentado el nivel de actividad, debido a migrantes venezolanos que retornan a Colombia».
Agrega que «a los llamados puntos de control en las trochas sólo llegan los que han sido autorizados a pasar, bien porque van acompañados de un trochero (que cobrará también por su servicio entre 10.000 y 50.000 pesos) o porque viven en frontera o se quedarán trabajando en la zona».
Destaca que, «dependiendo de la región a la que pretenda ir a Colombia y lo que vaya a hacer, puede variar el precio que (el migrante) tendrá que pagar en los puntos de control de las trochas, donde son inspeccionadas las pertenencias y documentos de las personas».
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La odisea
Explica que «en una trocha, dependiendo de su extensión y uso (algunas las ocupan para vigilancia y paso de migrantes y vendedores; otras para paso de mercancía ilegal de todo tipo), pueden existir desde uno hasta tres puntos de control y en cada uno hay que pagar el monto que digan».
Informa que «las trochas más usadas por los migrantes venezolanos son las más cercanas al Puente Internacional Simón Bolívar, como la llamada Platanera, en la que normalmente sólo hay un punto de control y que mantiene tránsito de los miembros del grupo que domina ese paso».
Relata que «después de que han llegado a lado colombiano, a veces hay puestos de otros grupos que también cobran entre 10.000 y 30.000 pesos, luego hay motorizados o carretilleros que se ofrecen a llevar a los migrantes hasta la avenida principal de La Parada donde pueden tomar un taxi».
Recuerda que «mientras hubo las mayores restricciones por la pandemia en Colombia, algunos grupos irregulares permitían el paso libre entre las 4 y las 7 de la mañana, por algunas trochas, como la de Las Margaritas» (zona Boconó) a personas de Táchira que necesitaran visitar familiares o hacer compras».
Señala que «en el lado venezolano, además de los grupos irregulares también hay hombres con uniformes de la GNB que participan en el esquema de cobro por transitar hacia Colombia. Estos delegan en civiles la recepción de los aportes que se deben hacer a sus zonas».
El gran negocio
Subraya el portal que «el gran negocio no lo hacen con los venezolanos que llegan nuevamente a Colombia, sino con los que aún desesperados tratan de regresar a su casa en medio de la pandemia. A esos se les está cobrando hasta $500 y si la pegas llegas a $700, pero dejas como 500 en el camino», señala un migrante.
Mientras más maletas tengan los migrantes, «más se afincan en los puntos de control», explica un trochero quien recomienda a la gente que no lleve «peroles», porque por eso deben pagar más a los que dan la última voz para que no los metan en refugios: los militares.
«El aumento del paso de migrantes por trochas se espera que disminuya en noviembre cuando Colombia reabra su frontera con Venezuela para el paso peatonal de los ciudadanos. Sin embargo, eso permitirá que ingrese una nueva ola migratoria que pronostican en 200 mil personas», destaca finalmente el portal.
Con información de @Cimanewsdigital y @CarolaBriceno