Ellas ayudaron y acompañaron a Cristóbal Colón a lo largo de su vida

Cristóbal Colón fue uno de los hombres más importantes de la historia, pero ¿qué mujeres influyeron en su vida?

Aún existen controversias, dudas y misterios sobre el gran protagonista de esta historia: Cristóbal Colón.

Desde la larga polémica sobre el lugar de su nacimiento -aunque muchos historiadores sostienen que Colón era genovés- hasta dónde están realmente enterrados sus restos: si en España o en República Dominicana.

Sin embargo, algunas cosas parecen estar claras: Cristóbal Colón era un gran navegante, hizo cuatro viajes a América y tuvo dos hijos: Diego y Hernando.

Pero ¿quiénes fueron las madres de esos hijos?; ¿qué se sabe de las mujeres que rodearon la vida de esta figura clave de la historia tanto en el ámbito personal como en el profesional?

Se trata de un aspecto poco resaltado por los historiadores y que no escapa a contradicciones. Pero aquí resumimos lo que se conoce de sus relaciones con seis mujeres.

1-Felipa Moniz

Cristóbal Colón conoce a Felipa Moniz, también conocida como Filipa Moniz de Perestrello, en Portugal en 1476.

Felipa era hija de Isabel Moniz, que fue dama de la duquesa de Viseu, y de Bartolomé de Perestrello, capitán donatario, una especie de gobernador, de la isla Porto Santo, un archipiélago de Madeira, frente a las costas de África.

Felipa Moniz fue su primera mujer y con la única que se casó. (Representación teatral)

No está claro cómo Cristóbal y Felipa se conocen, pero las crónicas hablan de que se encontraron varias veces en las misas del monasterio Dos Santos en Lisboa.

Lo concreto es que se hicieron los acuerdos para arreglar la boda en 1477 entre Felipa, de 19 años, con el comerciante y el navegante genovés, de 25, que según parece no era un desconocido para la sociedad lisboeta de la época, según señala Montserrat León Guerrero, historiadora de la Universidad de Valladolid en su ensayo «Mujeres que ayudaron al plan descubridor de Colón».

«Ella era de una familia bien, no de una familia noble. Su estatus era más social que de dinero. Pero definitivamente no era una persona noble como nos la han querido presentar», asegura por su parte Consuelo Varela, profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de España.

«Las distancias sociales no eran tan grandes como son ahora. Es curioso que Colón hubiera tenido entrevistas con los reyes, hoy en día es casi imposible tener una entrevista con los reyes, hay que mover Roma con Santiago», compara la historiadora española experta en temas americanos y en Colón.

Tras la boda, ambos partieron hacia Porto Santo, y allí es donde habría nacido Diego, el único hijo de la pareja, entre finales de 1478 o principios del 1479.

Pero qué pasó después en el matrimonio no está claro.

«Colón se casó con Felipa y todo parece indicar que luego la abandonó», describe Varela.

Ilustración de Cristóbal Colón con su hijo Diego y un monje. 2 de enero de 1754
Pie de foto,Colón se llevó a su hijo Diego al reino de Castilla antes de partir hacia América.

Lo cierto es que no se sabe lo que sucedió con ella. Una teoría es que Colón quedó viudo siendo Diego muy pequeño.

También se especula con que Felipa podría haberse recluido en un convento ya que hace unos años en Portugal apareció una firma de una monja que se llamaba igual y los historiadores portugueses piensan que se puede tratar de la misma persona.

«Yo creo que Colón decide irse con su hijo a España y abandonarla porque tenía problemas en Portugal. Pero no tenemos certezas», añade Varela.

2. Isabel Moniz (la suegra)

Según el libro «Historia del Almirante», la obra biográfica sobre la vida y viajes de Cristóbal Colón, escrita por su hijo menor, Hernando, entre 1537 y 1539, Isabel Moniz, madre de Felipa y suegra de Colón, fue otra mujer clave para el genovés.

No porque haya tenido un amorío con la suegra, sino porque le habría dado material perteneciente a su difunto marido sobre rutas secretas de navegación.

«Le dio las escrituras y cartas de marear que habían quedado de su marido, con lo cual el Almirante se acaloró más, y se informó de otros viajes y navegaciones que hacían entonces los portugueses a la Mina y por la costa de Guinea (…) Y estando en Portugal empezó a conjeturar que del mismo modo que los portugueses navegaban tan lejos del Mediodía, igualmente podría navegarse la vuelta de Occidente, y hallar tierra en aquel viaje», señala Hernando Colón.

Ilustración de mediados del siglo XVII con Colón con cartas de navegación y mapas. Theodorus Galle
Colón era un apasionado del conocimiento, dicen los historiadores.

Si esta historia ofrecida por el hijo de Colón es veraz, la génesis del descubrimiento de América se encontraría en la información cuidadosamente guardada por la suegra del Almirante y traspasada posteriormente a las manos de su yerno y futuro descubridor oficial de América, analiza Juan Maura, investigador y profesor de la Universidad de Vermont, en el sitio web de la Real Academia de la Historia de España.

Pero también hay dudas sobre la veracidad de esta historia.

«Es muy difícil que su suegra tuviera una documentación secreta. Creo que esto entra en todo lo novelesco de Colón para engrandecer su figura un poco después», dice Varela a BBC Mundo.

Al parecer no había razón para que el padre de Felipa tuviera tal documentación secreta en el cargo que ocupaba antes de morir.

Lo cierto es que «Colón se acerca a las personas que le pueden facilitar mapas, libros, la posibilidad de desarrollar una teoría… se empeña en viajar al norte de Europa, en codearse con los canónicos de la catedral y con los que hacen cartas náuticas», enumera Varela.

Continúa leyendo sobre esta interesante historia en BBC NEWS MUNDO

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