El cantante español Miguel Bosé y su expareja, Nacho Palau, se enfrentaron este lunes 19 de octubre, en los juzgados de Pozuelo de Alarcón, España. Y la razón es la custodia de sus cuatro hijos Telmo, Ivo, Diego y Tadeo.
Bosé y Palau se separaron tras 26 años de relación, inmediatamente el cantante se trasladó a México con sus dos hijos biológicos. Mientras tanto Palau regresó a Valencia, con los hermanos restantes.
La expareja se disputa por la filiación de los niños. Debido a que Palau exige a Bosé que los cuatro crezcan juntos y mantengan los mismos beneficios.
En este sentido, Palau aseguró a la salida del juzgado, que se siente más tranquilo con la situación, y confía en que pronto se haga justicia.
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Por su parte, Bosé abandonó las instalaciones más tarde y no presentó testimonio alguno ante los medios de comunicación españoles.
Los cuatro niños han estado separados por más de dos años, en distintos países, solo tras el acuerdo al que llegaron sus padres en 2019, pudieron conectarse de nuevo.
El centro de las demandas de Palau busca conseguir la filiación entre los cuatro niños, y que ambos tengan los mismos derechos frente a sus padres.
Mientras tanto, fuentes cercanas al intérprete español, han asegurado que se encuentra muy mal por toda la situación que está atravesando. Además han destacado que Bosé adora a sus hijos, e intentó ofrecerle una vivienda a su excónyugue en México. Con el fin de que los niños siguieran viviendo juntos.
El artista respondió a sus fanáticos que su agitada carrera artística le había impedido anteriormente formar una familia. Por esta razón debió esperar hasta alcanzar la madurez para tener hijos junto a su pareja.
“Estoy harto de ver cómo se utiliza a los niños en las separaciones, cómo pagan los platos rotos y sufren las consecuencias de una relación que se rompe». Esto llegó a declarar Bosé en una oportunidad.
En las próximas semanas se conocerá el veredicto de la corte sobre la situación de los infantes de 9 años. De igual forma, se trata de un proceso complicado que podría agotar todas las instancias existentes y prolongarse por cuatro o cinco años.
Redacción Lohena Reverón/Curadas.
