A Lisa Montgomery la ejecutarán el 8 de diciembre con la inyección letal. Esta ejecución es la primera que el Gobierno de los Estados Unidos concreta contra una mujer, en los últimos 70 años.
Montgomery fue condenada a muerte por que delitos «monstruosos», según reseña el diario ABC.
En diciembre de 2004, la Corte Suprema de Estados Unidos, la halló culpable por secuestro y asesinato. Pero no cualquier secuestro ni cualquier asesinato.
Un monstruo
Y es que condujo más de dos horas para verse con una mujer embarazada, Jo Stinnet, a la que había conocido meses atrás.
Ya en su casa, «Montgomery agredió a Stinnett y usó una cuerda para estrangularla hasta que quedó inconsciente. Luego usó un cuchillo de cocina para cortar el abdomen de la mujer, haciendo ella recuperara el conocimiento. Se produjo un forcejeo y Montgomery estranguló a Stinnett por segunda vez, matándola», describen los expedientes del caso.
Luego, Montgomery «extrajo el feto del cuerpo inerte, cortó el cordón umbilical y se fue con el bebé».
Durante dos décadas, el Gobierno federal de EE.UU. respetó una moratoria implícita de la pena de muerte, dejando a los estados la decisión de mantenerla o no (sólo una decena lo hace).
Pero en julio, por decisión del presidente, Donald Trump, el Gobierno federal retomó la pena capital, y desde entonces ha ejecutado a ocho personas.
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La novena sería Montgomery, que ya tiene fecha para la cita con la inyección letal: el 8 de diciembre en la prisión federal de Terre Haute, en Indiana, donde ha pasado los últimos años tras sus apelaciones. La última, ante el Tribunal Supremo fracasó hace cinco años.
¿Qué lleva a una madre de cuatro hijos a cometer semejante crimen?
Los fallos judiciales acumulados por ella hasta la fecha reflejan una conducta turbadora, fruto de una vida de abusos padecidos, e infligidos, desde que de niña su madre ofreciera su cuerpo a cambio de favores, según narraron la condenada y sus abogados en varios juicios.
El padrastro de Montgomery la violó a ella y a su hermana repetidamente de niñas, hasta que la madre de ambas se divorció de él tras sorprenderlo durante uno de esos abusos.
Fue adicta al alcohol, intentó suicidarse varias veces, y engañó repetidamente a su marido para reconciliarse después.
En 2003 se ligó las trompas, algo que mantuvo en secreto y en abril de 2004, se cruzó en su vida Jo Stinnet.
Ambas mujeres se conocieron en una competición de cría de perros.
Stinnet vivía en Skidmore, Missouri, y Montgomery residía en Melvern, Kansas. Mantuvieron contacto por email y en foros dedicados a la cría de canes. Se hicieron amigas.
Stinnet confesó que intentaba quedarembarazada. Confió en la que sería su asesina su alegría al recibir el positivo de la prueba de embarazo, pidió consejos sobre salud y compras.
Finalmente, aquel aciago 16 de diciembre Montgomery hizo viaje, del que volvió a su casa con un bebé con el cordón umbilical aún colgando.
Llamó a su marido, le dijo que había dado a luz en una clínica y que había pedido el alta al encontrarse bien. La niña, les dijo, se llamaba Abigail. Al día siguiente la Policía se presentó en su casa. Fue arrestada inmediatamente.
Janet Yucra
Con información de ABC
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