Autoridades de los Estados Unidos revelaron este jueves que vendieron 1,1 millones de barriles de petróleo iraní previamente incautado que se dirigía a Venezuela.
Se trata de la más reciente medida del gobierno de Donald Trump para aumentar la presión sobre Teherán menos de una semana antes de las elecciones del 3 de noviembre. También se conoció de la incautación de misiles iraníes enviados a Yemen.
El anuncio de la confiscación, por parte del Departamento de Justicia, se produjo al mismo tiempo que el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado aplicaron conjuntamente sanciones a 11 entidades e individuos diferentes por su participación en la compra y venta de petroquímicos iraníes.
Las últimas acciones contra Irán se producen después de que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos a principios de este mes alegaron que los piratas informáticos iraníes trataron de amenazar a votantes de Estados Unidos enviándoles correos electrónicos falsos en que se hicieron pasar por el grupo proTrump Proud Boys.
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El fiscal general adjunto de la División de Seguridad Nacional, John Demers, dijo el jueves que el gobierno había vendido y entregado 1,1 millones de barriles de combustible iraní destinados a Venezuela, que había incautado a principios de este año.
“Estimamos que cerca de 40 millones de dólares van a ser recuperados por la venta del crudo de esos cuatro buques”, indicó el fiscal.
Según la denuncia, el combustible se originó en empresas vinculadas a la Guardia Revolucionaria Iraní y los transportistas tomaron medidas para ocultarlo.
Según Demers, los decomisos forman parte de un “sofisticado esquema de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica para enviar en secreto armas a Yemen y combustible a Venezuela, países que representan graves amenazas para la seguridad y estabilidad de sus regiones».
«Estas acciones representan las mayores incautaciones civiles de combustible y armas de Irán realizadas por el gobierno. Irán sigue siendo uno de los principales patrocinadores estatales del terrorismo y una fuerza desestabilizadora mundial», alertó el funcionario.
También resaltó que la idea de la acción es «tomar los fondos confiscados con éxito de las ventas de combustible y entregárselos al Fondo de Estados Unidos para las Víctimas del Terrorismo Patrocinado el Departamento de Estado, después de la conclusión del caso. Estos casos también ponen de relieve que la aplicación de las sanciones contra Irán sigue siendo una de las prioridades de seguridad nacional del Departamento”.
Janet Yucra
Con información de Reuters