El encargado de negocios de Estados Unidos para Venezuela, James Story, no quiso dar detalle sobre supuestos intentos de negociaciones que se habrían dado con representantes de Nicolás Maduro para buscar su salida del poder, pero sí afirmó que su oficina está dispuesta a resolver problemas que empresas privadas puedan tener por el ‘overcomplience’ de algunas instituciones bancarias con respecto a las sanciones económicas
Estados Unidos está a las puertas de sus elecciones presidenciales, y en Venezuela se mantiene el foco en los posibles resultados y las consecuencias que ello tendrá para este país.
Han pasado casi 21 meses desde que Washington reconociera a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela y anunciara su respaldo a una ruta para lograr «cesar la usurpación».
Ese apoyo no tiene fecha de caducidad, por ahora, pues la posición oficial de la Casa Blanca es mantener tal postura hasta que se cumpla el objetivo, más allá de las consecuencias del 6 de diciembre próximo, calificados como un fraude electoral por el Departamento de Estado.
James Story fue designado como embajador de Estados Unidos en Venezuela en mayo, pero el cargo no lo ha podido asumir y continúa como Encargado de negocios y al frente de la Oficina Externa de EEUU para Venezuela, desde Colombia. No negó que estuviese en planes sancionar la venta de diésel a Venezuela. Al día siguiente, este viernes 30 de octubre, Elliot Abrams anunció que ese país decidió bloquear el trueque de petróleo por este combustible.
-La agencia Bloomberg publicó hace algunos días que un alto funcionario, muy cercano al presidente Donald Trump, Richard Grenell, se reunió con Jorge Rodríguez en México para intentar negociar la salida de Nicolás Maduro del poder. Consultado al respecto, Maduro dijo «no comments». ¿Usted puede confirmar si esto ocurrió?
-En el Departamento de Estado no tenemos más información de la que ustedes tienen aquí en la prensa. Lo que sí puedo decir en este momento es que unas elecciones presidenciales libres, justas y verificables es el objetivo y política de los Estados Unidos. Por esta razón estamos trabajando con el presidente interino y de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, para que los venezolanos tengan la oportunidad de alzar su voz, sea a través de una consulta, o a través de elecciones presidenciales y parlamentarias, que son libres, justas y verificables.
-Ese objetivo como usted lo está delineando, consideraría tener conversaciones con el gobierno de Nicolás Maduro, o con él mismo, para buscar una salida negociada directamente con quienes hoy en día están en Miraflores?
-Cuando lanzamos el marco para la transición democrática, el 31 de marzo, esta fue una manera de hablar de una forma muy abierta al pueblo de Venezuela, a los pensamientos políticos distintos y diferentes, a las Fuerzas Armadas, pero también a las personas del régimen, diciéndoles que tienen tantos años de corrupción, de mal manejo, de destrucción de la economía venezolana, que aquí hay unas posibilidades en el futuro. Nosotros mostramos de que estamos dispuestos a levantar sanciones en contra del régimen, y en contra de algunas personas, para buscar un gobierno de transición y unas elecciones libres, justas, verificables. Entonces, no especulamos en los detalles de con quién hablamos, pero sí estamos dispuestos a tener conversaciones, para lograr lo que el pueblo de Venezuela quiere.
-El gobierno de Nicolás Maduro ha lanzado una llamada ley antibloqueo con la que dice buscar superar los problemas que le generan las sanciones, y creado también un viceministerio para ello. De alguna manera ha institucionalizado, burocratizado, el asunto de las sanciones. Llegando a final del año 2020, comenzando ya casi noviembre, con Maduro aún en el poder, ¿ha perdido Estados Unidos la posibilidad de generar una «amenaza creíble» para lograr una salida política en Venezuela, para forzar a los actores del chavismo gobernantes a abrir las puertas para abandonar el poder?
-Has hecho una pregunta muy compleja. Podemos pasar dos o tres horas, o días hablando al respecto. Déjeme comenzar con esa idea de la ley antibloqueo. Esta ley anticonstitucional no ayudaría a los venezolanos. De hecho, el propio Maduro está diciendo que puede comprar armas de quien quiera, cuando debería estar pensando cómo utilizar ese dinero para comprar medicamentos y comida para el pueblo de Venezuela. Mira, las sanciones han tenido su impacto, pero también hemos mostrado que hay una salida digna, constitucional, pacífica y esperamos que algunas personas dentro del régimen nos tomen en serio, sobre ese marco de la transición democrática. El fraude que va a cometer este régimen el 6 de diciembre ya es reconocido como fraude por Estados Unidos, la Unión Europea y otros, porque no hay condiciones en el país. Eso no va a aliviar la presión bajo la cual se encuentra Maduro en este momento.
-Desde hace algunos meses hay un fantasma que recorre la conversación pública y política en Venezuela, y es la posibilidad de que ocurran sanciones a la compra de diésel, y que eso pueda impactar también el mercado interno, la distribución de alimentos, etc. ¿Usted nos puede decir algo al respecto? ¿Esto está planteado en verdad?
-Hablé con la Cámara Americana, ayer hablé con una cámara en un estado, todos los días estoy hablando no solamente con las cámaras, sino con los gremios, con la sociedad, las personas que trabajan en la economía, y hay que definir cuáles son los impactos de las sanciones y cuáles no. Los Estados Unidos de América sigue siendo el mayor exportador de comida para Venezuela, eso indica de una forma muy clara que no hay un bloqueo. Nosotros encontramos a este régimen comprando carros de lujo, y tratando de comprar armas de China tal vez, de Irán. Están haciendo ejercicios militares con los rusos en las fronteras. No existe un bloqueo, existen sanciones. Insisto, tengo dos años pregúntandole a Arreaza (Jorge, canciller de Maduro) para que muestre un ejemplo de una compra de algo que no hayan podido hacer por las sanciones en cuanto a compra de medicamentos, comidas o cosas para la crisis humanitaria, y no nos han mostrado ni un ejemplo. Entonces, seguimos en esta línea en este momento. Sabemos que existen problemas de sobrecumplimientos de la ley en algunas instituciones financiera, y podemos trabajar con la sociedad privada, con las empresas, para ayudarles a ustedes a encontrar maneras de evitar esos inconvenientes.