El gobierno de Trinidad y Tobago tiene intereses económicos con Venezuela y siempre se abstiene en las votaciones ante organismos multilaterales cuando se trata de sancionar a la Administración de Maduro, aunque con la población venezolana el trato es tan hostil como el de países en guerra: mientras deporta personas y se hace la vista gorda con el delito de trata, negocian yacimientos de gas
Cuatro días tardó en llegar la respuesta de apenas cinco líneas que le dedicó Jorge Arreaza, único representante del gobierno de Nicolás Maduro que ha hecho referencia alguna, a un hecho que tenía más de una semana ocurriendo y mantuvo a dos países en vilo: 16 niños y nueve adultos venezolanos fueron lanzados en peñeros a altamar, en medio de una alerta de tormenta, a raíz de una deportación ordenada por el gobierno de Trinidad y Tobago, a pesar de que estaban amparados por una medida judicial de habeas corpus dictada por la jueza Quinlan Williams.
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Durante casi 40 horas, los niños -entre los que se encontraba un bebé de cuatro meses- fueron considerados desaparecidos, ya que sus representantes no habían tenido comunicación con ellos o certeza de su paradero, hasta que por fin se supo que estaban en una zona conocida como la Barra Mariusa, en la línea limítrofe del estado Delta Amacuro, en territorio venezolano.
Las mujeres y los niños que iban a bordo sumaban siete días en pésimas condiciones ya que habían sido detenidos cuando llegaron a Trinidad el martes 17 de noviembre en Chatham, estuvieron en una comisaría en la zona de Erin, y allí permanecieron presos en una celda hasta que uno de los niños se enfermó.
La indiferencia de las autoridades, que no activaron ninguna búsqueda de salvamento, mantuvo a los niños a la deriva en condiciones de alto riesgo: sin agua, sin alimentos, sin equipo salvavidas y varados en botes sin gasolina. Mientras quedaban a su suerte en medio del mar territorial de los dos países, los representantes de ambos gobiernos ni se daban por enterados.
Hay que exterminar a los narcogenocidas y luego pasar la factura a los de la Isla.
Unidos en un sólo pensamiento saldremos de esta pesadilla
Exactamente. Tanto egoísmo y poco interés al pueblo venezolano va tener su consecuencia en cuando los demonios caen y van a caer pronto.
También si muchos perdieron ya la esperanza con la maquinaría cerebral cubano y no vean más el bosce de tantas árboles encima.
Gracias a Dios, gracias a la consulta popular que nos va a traer un tremendo paso más adelante a la libertad.
Eso es Seguro como el amén en la iglesia.