Si una mujer ha perseguido sus sueños esa ha sido Glass Marcano: joven venezolana de 24 años de edad que pasó de vender fruta en su natal Venezuela a dirigir una prestigiosa orquesta europea.
Miles de jóvenes han dejado el país durante los últimos años para huir de la crisis y perseguir sus sueños en otra parte. La historia de Glass Marcano, sin embargo, es más inesperada.
«Es una joven extremadamente talentosa, trabajadora e inteligente que tendrá una gran carrera», vaticina Romain Fievet, de la Orquesta Paris-Mozart, que junto a la Filarmónica de la capital francesa organizaron el concurso para mujeres directoras «La Maestra», en el cual pudo participar la criolla tras sortear una serie de peripecias.
Fruto de El Sistema, la afamada estructura de formación de músicos creado en Venezuela por el recordado maestro José Antonio Abreu, Marcano, quien combinaba sus estudios musicales con clases de Derecho, decidió tomar parte en el concurso «La Maestra», promovido a través de Google

«Estaba pensando que ya era hora de participar en un concurso de dirección orquestal. Entro a la computadora y coloco ‘concurso de dirección orquesta’ y empiezo a bajar, a bajar y a bajar en la pantalla y me encuentro con La Maestra. Empecé a averiguar de qué se trataba. Era para puras mujeres, y me llamó demasiado la atención».
Sin embargo, se presentó el primer obstáculo: el costo de la inscripción. 150 euros – 180 dólares – era inalcanzable para la joven. Sin embargo, «con una pequeña ayuda de mis amigos», como se titula un célebre tema de The Beatles, Marcano logró conseguir la cifra monetaria.
A finales de octubre de 2019 le confirmaron que había sido seleccionada para el concurso, que se celebraría en marzo de 2020.
«Recibimos 220 solicitudes y el comité de selección eligió a Glass Marcano de forma unánime. Artísticamente sus videos mostraban auténtico carisma, gran energía, conocimiento real de las partituras y obviamente, ritmo corporal», ha dicho Romain Fievet.
Cuando gestionaba los trámites respectivos se presentó en Venezuela la pandemia del coronavirus que postergó todo. Aprovechó, entonces, para irse a ayudar a su mamá en Yaracuy con una frutería que había abierto la familia, lo cual le daría la oportunidad de reunir dinero. para viajar a la capital gala.

Es entonces, cuando se le consigue un cupo en un vuelo humanitario hacia Madrid, auspiciado por la embajada de España. «A estas alturas aún no sé cómo logré un lugar – ni siquiera tenía el pasaporte ibérico -. Lo único que sé es que muchas personas se movieron para que a mí me pudieran dar un puesto».
Al llegar al aeropuerto, una funcionaria francesa le preguntó a Marcano: «Hija, ¿usted quién es? Ni siquiera con el presidente recibimos tantos correos para que lo monten en un avión como recibimos con usted».
Marcano llegó a horas del inicio de la competencia. Y se subió al podio.
«En muchas ocasiones sentí que no estaba en la realidad. Era una experiencia nueva para mí, estaba impresionada de todo, me sentía que estaba en otro planeta. No es fácil y aún más si lo tienes que hacer en un idioma que no es el tuyo».
Y logró impresionar a todos, llegando a semifinales de la competencia. Y aunque no ganó logró un premio especial.
«Nunca pasó por mi mente que quería representar a las mujeres. Yo quería ser directora para volverme loca en el podio. La mujer en la música se inclina más a ser instrumentista de orquesta que directora, pero quien quiera ser directora debe trabajar para hacerlo. Yo desde que quise serlo nunca se me salió eso de la cabeza», dijo con denuedo.
Pese a que su idea inicial era retonar a Venezuela decidió permanecer en París formándose en su difícil carrera, y adaptándose a una nueva forma de vida.
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«En Venezuela vivimos en constante estrés porque los precios suben a diario, pero tu sueldo no, y ahí empiezas con el estrés de tener que trabajar más, buscar una manera de sobrevivir», manifiesta, agregando: «la idea es que tu problema no sea que debes ir a hacer la cola por el pan, que es el que tenemos en Venezuela. Ya por ahí estamos mejor, pero tengo una familia a la que ayudar».
Y en eso se concentra Glass Marcano, en el tremendo giro que dio su vida con la perseverancia por labrarse una trayectoria que ha arrancado de propios y extraños innumerables aplausos, tributando un reconocimiento a la joven que un día vendió frutas por alcanzar sus sueños, y que hoy vive la realidad de dirigir una orquesta del primer mundo entre lo más selecto de la música.
Curaduría Pedro Beomon / Tomado de Yahoo! Noticias