El billete de un dólar, ¿amuleto para la fortuna o imán para teorías conspirativas?

El billete de un dólar, guardado en nuestras carteras o billeteras, es, al menos en la creencia popular, un poderoso amuleto para atraer la fortuna, para que nunca nos falte el dinero.

Eso sí, para que cumpla esa función, hay que doblarlo en forma de triángulo y de manera tal que quede a la vista la parte en la que aparece el Ojo de la providencia.

Los símbolos que aparecen en el reverso del billete de un dólar – la pirámide partida encabezada por un ojo dentro de un triángulo y un águila con 13 estrellas – han dado lugar a numerosas interpretaciones e incluso a teorías de la conspiración tan de moda en estos días. Estas, incluso, lo relacionan con grupos iniciáticos como la masonería o con los iluminati, una sociedad secreta surgida en la época de la Ilustración.

En un esfuerzo por explicar, una vez más, el posible y real significado de estos símbolos, el portal de la BBC publicó esta semana un extenso artículo.

En primer lugar, da cuenta de que el Ojo de la providencia, también llamado “el ojo que todo lo ve”, es, originalmente, un símbolo cristiano. Sus antecedentes se pueden encontrar en el arte religioso del Renacimiento como una representación de Dios.

Ejemplo de ello es el cuadro Cena en Emaús, pintado por el renacentista Portormo en 1525; aunque el símbolo del ojo lo añadieron más tarde, quizás en el siglo XVII. Otra clave se halla en un libro de emblemas llamado «Iconología», publicado por primera vez en 1593.

También recuerda que el triángulo fue durante mucho tiempo un símbolo de la Santísima Trinidad – Padre, Hijo y Espíritu Santo – y que en siglos anteriores a la Edad Media a veces se representaba a Dios con un halo triangular.

El ojo como símbolo

El ojo como símbolo ha sido usado en diferentes religiones. “Los sumerios, considerados la primera civilización del mundo, realizaron ciertas esculturas de sus santidades agrandando anormalmente sus ojos para acentuar la sensación de vigilancia”, señala el texto.

“Pero fueron los antiguos egipcios quienes crearon el símbolo del ojo desprendido”, agrega, recordando que uno de los símbolos egipcios más famosos es el Ojo de Horus. “Se trata de un híbrido entre un ojo humano y un ojo de halcón, e incluye las marcas oscuras de las cejas y las mejillas del pájaro”.

La mitología egipcia antigua cuenta que al dios rey Horus (a menudo representado como un halcón o con cabeza de halcón) le cortaron los ojos en la batalla con su tío Set.

Con la ayuda de Thoth, dios de la sabiduría y autoridad sobre todos los dioses, Horus logró curar sus ojos. El Ojo de Horus es, desde entonces, un símbolo protector que aún en nuestros días utilizan muchas personas como amuleto.

Este y otros jeroglíficos egipcios de ojos humanos influyeron en la iconografía europea durante el Renacimiento. “El problema – advierte el texto – es que los intentos de traducción (de los jeroglíficos) normalmente estaban plagados de imprecisiones”.

Hoy en día se sabe que los jeroglíficos “son un lenguaje escrito de signos principalmente fonéticos, pero en los siglos XV y XVI se creía que tenían un trasfondo mucho más místico”.

Esta creencia tuvo un gran efecto en el arte europeo y “como resultado, un elemento como el Ojo de la providencia tenía un aspecto deliberadamente esotérico, casi como si estuviese construido específicamente para ser reinterpretado, y tal vez incluso malinterpretado”.

La moda del Ojo de la providencia

Es así como a finales del siglo XVIII se encuentra que el uso del Ojo de la providencia se había puesto de moda, por usar términos más actuales.

“En la Francia posrevolucionaria de 1789, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de Jean-Jacques-François Le Barbier, aparece el Ojo de la providencia en la parte superior”, como «un símbolo paternal que vela por la nueva nación que proclama igualdad”.

Jeremy Bentham, en Londres, encargó en 1794 al arquitecto Willey Reveley que le diseñara un logotipo para su ´Panóptico´, un nuevo modelo de prisión diseñado para permitir la vigilancia continua de cada celda”.

“El diseño resultante incluyó de manera prominente el Ojo de la providencia, un símbolo que representa la mirada sin pestañear de la rectitud judicial, rodeado por las palabras ´Misericordia´, ´Justicia´ y ´Vigilancia´.

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En 1782, Thomas Jefferson, Benjamin Franklin y John Adams estaban proponiendo ideas para el diseño del Gran Sello de Estados Unidos, el signo para la certificación de documentos oficiales. “Pero fue Charles Thomson, secretario del Congreso, quien ideó la pirámide y el Ojo de la providencia, entre los otros elementos del sello, en colaboración con un joven abogado y artista llamado William Barton”.

“La pirámide inacabada estaba destinada a simbolizar ´fuerza y duración´, con 13 niveles para representar los 13 estados originales de Estados Unidos”.

El Ojo de la providencia, como en los casos de Le Barbier y Bentham, “era un símbolo convencional de la supervisión comprensiva de Dios” en este caso sobre la incipiente nación.

Ni masones ni iluminati

En ninguno de los tres casos señalados la masonería “se involucró en la elección del símbolo” del Ojo de la providencia, asegura BBC.

Hasta donde se conoce, el grupo original de los iluminati nació en Baviera en 1776 y funcionó hasta 1787, cuando fue disuelto. “Tampoco sabemos qué tan importantes eran los símbolos visuales para esa orden”.

“Parece que los Illuminati se inspiraron en ideas detrás de la masonería, que había utilizado esporádicamente el Ojo de la providencia como símbolo del Arquitecto Supremo (Dios), siguiendo el ejemplo de muchas otras iglesias en ese momento”, agrega.

“Sin embargo, los masones no usaron ampliamente ese símbolo al menos hasta finales del siglo XVIII, y no antes de que Bentham, Le Barbier y Thomson lo adoptaran para sus propósitos”.

“Desafortunadamente para los teóricos de la conspiración, el Ojo de la providencia en el billete de un dólar nos dice mucho más sobre la estética de finales del siglo XVIII que sobre la autoridad de las élites secretas”, concluye el texto.

El uso repetido del Ojo de la providencia por figuras como Le Barbier, Bentham, Thomson, Barton, los masones, los artistas del Renacimiento, en el billete de un dólar o por cualquier otro individuo o grupo, como más recientemente lo han hecho Madonna o Jay-Z, “prueba que no es un símbolo de una conspiración concertada”.

“Pero sí una muestra de su perdurable fuerza como ícono”.

Redacción Curadas

1 comentario en «El billete de un dólar, ¿amuleto para la fortuna o imán para teorías conspirativas?»

  1. El símbolo no es masón, pero lo escogen varios masones, entre ellos dos maestros grado 33 y el símbolo no es masón, pero esta documentado que es escogido en una conocida logia.

    Si estudiamos un poco y nos informamos, o contrastamos fuentes, lo mismo sale un artículo con sentido común e histórico.

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