En lo que representa una decisión histórica, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó este miércoles la apertura de un nuevo juicio político contra el presidente saliente, Donald Trump.
En esta ocasión bajo la acusación de «incitación a la insurrección» tras el asalto de la semana pasada al Capitolio por parte de una turba de sus seguidores, que dejó cinco muertos.
Esto convierte a Trump en el primer presidente estadounidense en sufrir esta situación dos veces. Los congresistas tomaron la medida a cinco días del cambio de mando en la Casa Blanca.
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Con casi todos los votos contados, 217 legisladores (en una mayoría actual de 433 en la Cámara Baja) acusó al mandatario republicano de «incitar a la insurrección».
Al menos 10 republicanos votaron junto con los demócratas que presentaron la acusación.
Este cargo contra el presidente republicano desencadenará un juicio en el Senado, que no se espera que comience sus procedimientos hasta que Trump, de 74 años, haya dejado la Casa Blanca.
“Insto a que NO haya violencia, NO se cometan delitos y NO haya vandalismo de ningún tipo. Eso no es lo que yo defiendo, ni tampoco lo que Estados Unidos defiende”, dijo en un comunicado.
Poco antes, Pelosi había acusado a Trump de haber alentado una “rebelión armada”.
“El presidente de Estados Unidos incitó a esta insurrección, a esta rebelión armada”, lanzó la líder demócrata antes del voto de esta acusación formal por el asalto del Capitolio que dejó cinco muertos y conmocionó al mundo.
Janet Yucra
Con información de agencias