El esposo de la reina Isabel II, el duque de Edimburgo, fue trasladado de hospital de Londres, donde permanecerá ingresado al menos hasta el final de la semana para continuar tratando una infección.
Según un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham, residencia de la familia real, el príncipe Felipe «sigue estando cómodo y responde al tratamiento», aunque dejó este lunes en una ambulancia el hospital King Edward VII, en el oeste de la capital, para estar en el céntrico St Bartholomew’s.
Allí, «los médicos seguirán tratándole de una infección, y será sometido a pruebas y observación por un problema cardíaco preexistente», según la nota.
Felipe de Edimburgo, que cumplirá cien años el próximo junio, se encontraba en el hospital King Edward VIII dese hace casi dos semanas como medida de precaución tras sentirse mal en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres, donde cumplía con el confinamiento establecido en Inglaterra para contener la covid-19.
La mañana de este lunes, un paciente, aparentemente el príncipe Felipe aunque no se pudo ver porque el personal del hospital King Edward VII lo había rodeado con paraguas abiertos, entró a una ambulancia a través de una puerta trasera del centro.
El 20 de febrero, el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, había visitado a su padre en el King Edward VIII, el hospital privado utilizado por la familia real.
Tras esa visita, el príncipe de Gales regresó inmediatamente a su residencia campestre de Highgrove, en el oeste de Inglaterra.
En los últimos años, al marido de Isabel II lo han tratado por diversas dolencias y hace diez años también lo atendieron por un problema cardíaco.
El hospital Bartholomew está en el centro de Londres y forma parte del Servicio Nacional de Salud (NHS).
Con información de EFE.