Farmarato y Javier Rojo consiguieron su santo remedio en Twitter

Farmarato es un negocio familiar fundado en 2002 que surte de medicamentos a la ciudadanía y un fenómeno en Twitter

La primera sede de Farmarato está ubicada en la parroquia caraqueña La Vega y ahora tienen otro local en La Candelaria.

Farmarato se caracteriza por brindar un buen servicio a la clientela y por contar con Javier Rojo, un community manager muy creativo.

Recientemente el trabajador fue cuestionado al estallar una polémica en la red social Twitter gracias a la cual @farmarato fue trending topic.

Rojo informó que pagó para recibir la vacuna rusa contra el covid-19

Quienes lo criticaron dijeron que el procedimiento al cual recurrió es irregular pues de acuerdo con los portavoces del régimen de Maduro esa inmunización está reservada al personal de salud y personas vulnerables.

Rojo alegó en un tuit que si por lograr la vacunación se le tilda de enchufado será porque es un «enchufado al trabajo digno y al éxito, enchufado a tener una sede en la Vega, en pleno barrio, y 18 años después abrir la segunda en La Candelaria, enchufados a tener 26 mil envíos en delivery».

Agrega el hasta ahora community manager de @farmarato: «Ustedes tienen razón, señores, yo cometí un error, en un país con escasez y que está al borde del abismo, el simple hecho de querer decir algún logro, que lamentablemente no es para todos, escaló a esto»

Indicó que se vacunó en razón de su contacto directo con el público y debido a que efectúa servicios delivery.

Farmarato es toda una sensación de las redes sociales

El caso es que Farmarato es toda una sensación de las redes sociales y se ganó un espacio en el mercado venezolano.

Farmarato es un espacio para buscar medicinas, donaciones e insumos médicos.

Una marca que se adapta a la realidad actual

Desde 2019 Farmarato acepta criptomonedas como forma de pago utilizando Cryptobuyer Pay del exchange Criptobuyer, con lo cual admite Dash, Litecoin, Bitcoin y Binance Coin.

Además, la farmacia habilitó una billetera para cada una de estas monedas y así poder recibir donaciones para venezolanos que sufren necesidades.

«Hago que las marcas cuenten una historia»

El trabajo que hace Javier Rojo en Farmarato en el ámbito digital es bastante peculiar.

Su manera de difundir mensajes y publicar anuncios ha hecho que la cuenta @farmarato gane adeptos y también detractores, guerreros del teclado que le hacen escrache.

En su cuenta personal en Twitter él escribe «hago que que las marcas cuenten una historia» y que siempre está dispuesto a ayudar a los que pueda, a darle una mano amiga al extraño o al seguidor.

Rojo vivió en Estados Unidos, Colombia y España. Comenzó a administrar la cuenta de Twitter de Farmarato en febrero de 2018 después de haber trabajado en el depósito en caja.

En menos de cinco meses la cuenta pasó de 60 seguidores a 22K. Hoy en día tiene 145K followers gracias al humor y empatía que entabló con el público.

Fue Rojo quien propuso a su familia hacer delivery porque mucha gente no va a La Vega. Gracias a esta idea el negocio se ha expandido a nivel nacional.

Sobre el fenómeno en Twitter, Rojo comenta que algunos publicistas estiman que es un caso digno de estudio.

El community manager vio un vacío que dejaban las aplicaciones para buscar medicamentos y se le ocurrió pedir a los clientes que recomendaran @farmarato en Twitter.

Eso funcionó hasta lograr un posicionamiento. Es decir, que el público sustituyó a las apps.

No puedo creer que estoy siguiendo una cuenta de una farmacia para reírme

Al principio bastaba con publicar los medicamentos en Twitter, ahora estos se venden solos. Con el estilo sui generis de los tuits que publica la cuenta, no son pocos los que han formulado comentarios como: “Nunca he necesitado una medicina, pero te sigo porque me alegras”. También han referido: “No puedo creer que estoy siguiendo una cuenta de una farmacia para reírme”.

El objetivo de Farmarato es facilitar la búsqueda de medicinas, todavía más en un país con una situación sumamente compleja.

La marca la da a la clientela la sensación de que es importante, que les importa, y aunque la finalidad de todo negocio es vender, Farmarato trata de humanizar la relación.

«Llegamos primero» es el eslogan de la farmacia y, a decir de sus propios dueños, eso se ha alcanzado no por el delivery sino por el contacto con la gente.

Cuando se hacen las cosas con amor

Ellos dicen que cuando se hacen las cosas con amor, eso marca la diferencia. Tanto es así que cualquier miembro de Farmarato está dispuesto, aunque sea a pie, a llevar el medicamento a quien lo requiera, en el caso de encontrarse cerca del local.

En Farmarato disfrutan ayudando a las personas en una situación tan difícil como la que sufre Venezuela. Y esa ayuda viene aderezada con el trato amable pues, como argumentan, ser amable no cuesta nada.

Los miembros de la marca afirman que la gente los percibe como el reflejo del país que se puede ser, y que todavía existe gente que trabaja en pro del bienestar de los demás.

Curaduría Pedro Beomon. / Tomado de UB, El Pitazo, Cointelegraph,

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Imágenes tomadas de http://www.0800flor.net

2 comentarios en «Farmarato y Javier Rojo consiguieron su santo remedio en Twitter»

  1. Muy interesante el relato, pero censurable la redacción periodística, por el uso abusivo de expresiones verbales ajenas a nuestra lengua nativa española. Así pues, se requiere de un diccionario para entender expresiones tales como » Community manager, trending topic, followers, delivery, 22K, 245K».
    En virtud de lo expresado, yo pregunto ¿Qué lenguaje se está empleando, en lo que parece ser periodismo?

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