Marena Bencomo ha decidido salir del aislamiento en el que permaneció por muchos años. La bella valenciana que en 1996 se coronó Miss Venezuela y casi también Miss Universo, pues quedó de primera finalista, lleva una vida feliz y llena de proyectos que comparte con su papel de madre de John Henry, de 17, y Federico, de 14. Uno de estos es incursionar en el mundo de la publicidad y otro es seguir estudiando y trabajando en el tema del autismo, acerca del cual la ciencia sigue teniendo más preguntas que respuestas. Las mismas que se ha formulado ella desde que su hijo menor lo diagnosticaron con esta condición, un hecho que la marcó y que hoy asume como un gran propósito de vida.
La exmiss asegura que la condición de su hijo ha significado la prueba más grande que le ha tocado afrontar, pero de esa experiencia cada día aprende algo nuevo.
«La prueba más difícil de mi vida es esta condición de Federico y he tenido que aprender muchísimo. Hace siete años estaba muy deprimida… Hay culpas que uno no tiene, ¿sabes? Hay cosas que no son de uno, que no están en las manos de uno. Eso, uno tiene que aprender a soltarlo, como dicen. Yo empecé un proceso para ser menos autocrítica conmigo y para aceptar verdaderamente la condición de Federico y llevarlo lo mejor posible», dijo a Curadas en una entrevista exclusiva.
Su hijo recibió el diagnostico de trastorno generalizado del desarrollo a los 18 meses de vida, cuando estuvo más grande lo sometieron a otras evaluaciones y entonces le comunicaron que tenía autismo. Aunque por su condición el pequeño no habla, ella guarda la esperanza de que lo logre, aunque manifestó que el pequeño manifiesta sentirse feliz de otras maneras.
«Si bien no ha podido hablar, aunque yo tengo la esperanza de que algún día lo logre, es un niño muy cariñoso y feliz y eso para mí es algo demasiado grande».
Ella a su vez, busca poder orientar, ayudar y apoyar a madres con hijos con la condición de autismo a sobrellevar la situación y valorar cada logro aunque sea pequeño en el largo proceso.
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Que hermosos es saber cuantas personas afrontan las peores situaciones con una actitud positiva. Bravo por esta mujer y su familia. Dios les bendiga