Para lograr conciliar el sueño y dormir fresquito puedes poner en práctica el conocido como método egipcio, una curiosa técnica muy sencilla para bajar la temperatura del cuerpo al meterte en la cama
Dormir con calor es muy difícil. Un ventilador al uso muchas veces no funciona y, aunque parezca mentira, el aire acondicionado a la noche no es una buena solución ya que sube la factura de la luz y perjudica a las vías respiratorias. Ahora ha llegado la solución definitiva para esas noches de verano horribles en las que no paras de dar vueltas a la cama: el método egipcio.

Por muy extraño que parezca, es más sencillo y lógico de lo que parece, simplemente tenemos que pensar en qué quita el calor. Si tu respuesta es «agua», es correcto. En eso se basa este método: los antiguos egipcios mojaban las sábanas y la ropa de cama antes de acostarse para que se mantuvieran frescos a lo largo de la noche.
Estos son los pasos a seguir:
-Quitarle las sábanas a la cama y ponerlas debajo del grifo de agua fría.
-Escurre bien las sábanas para que no estén demasiado mojadas y se te estropee el colchón. Si quieres, las puedes poner en la centrifugadora de la lavadora unos minutos para quitarles el agua y para que queden húmedas, pero no empapadas.
-Vuelve a colocar las sábanas en la cama.
-Túmbate, apaga la luz y disfruta durmiendo, por fin.

Si te parece engorroso poner las sábanas húmedas, también puedes usar toallas húmedas y frías o compresas o paños húmedos enfriados en la nevera. Los puedes aplicar en el cuello y en la cara y así bajar la sensación térmica nocturna.
Poner un ventilador en la habitación hemos dicho que a veces no funciona, pero sumado a este método y enfocándolo de cara a la cama puede ayudar a aumentar la sensación de frescura.
Al día siguiente de aplicar el método egipcio verás que la cama estará casi seca, pero habrás aprovechado la humedad durante la noche para refrescarte.
Si el método egipcio no te convence, también puedes probar con los siguientes trucos para lograr descansar como es debido.
Ventilar la casa durante las horas más frescas
Es recomendable mantener la habitación entre los 18 y 22 grados. Para esto, los días de mucho calor debemos mantener las ventanas y persianas cerradas durante el día y ventilar cuando ya sea de noche o a primera hora de la mañana, ya que estas son las horas más frescas y menos soleadas del día.
Ducha refrescante
Antes de ir a dormir, si hace mucho calor, puedes ducharte con agua tibia. Nunca te duches con agua muy fría porque al salir de la ducha notarás mucho calor. Tampoco uses agua muy caliente porque no será nada agradable si la temperatura del ambiente ya es alta y lo que pretendes es refrescarte.
Continúa leyendo en LA VANGUARDIA
CURADAS |Tu compañía en información