La Justicia de Cabo Verde emitirá en una semana un veredicto clave para el futuro del empresario colombiano Álex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro.
Saab está detenido desde hace más de un año en ese país africano a raíz de una petición de extradición de los Estados Unidos.
La decisión que tome el Tribunal Constitucional el 13 de agosto podría ser «final» con respecto a la extradición, dijo este viernes uno de sus abogados. citado por la agencia de noticias EFE.
De fallar a favor de Saab, el caso volvería a tribunales locales de menor instancia para lidiar con las presuntas inconstitucionalidades, señaló su abogado en Cabo Verde, José Manuel Pinto Monteiro, en una rueda de prensa virtual.
Los representantes de Saab alegan que su detención es ilegal porque presuntamente cuando el colombiano paró en Cabo Verde se encontraba viajando a Irán representando al Gobierno venezolano con estatus diplomático.
Saab aguarda la audiencia del próximo día 13 «confiado», pero «nervioso», precisó Pinto Monteiro, a la luz de las decisiones precedentes de la Justicia caboverdiana.
«Si el señor Saab es lamentablemente deportado, seguirá cubierto por la inmunidad diplomática», defendió, por su parte, su abogado en Estados Unidos, David Rivkin, quien apuntó que ese estatus debería suponerle igualmente su liberación inmediata para volver a Venezuela.
La «motivación política» impulsa el proceso, según Garzón
Aunque no participó en esta rueda de prensa, el exjuez español Baltasar Garzón, que coordina la defensa internacional, remitió poco después un comunicado en el que recalcó las supuestas ilegalidades que rodearon este proceso, como presuntas torturas a Saab en Cabo Verde o la falta de indicios en EEUU para justificar la extradición.
«Cabo Verde y el Tribunal Constitucional están en una encrucijada. Si cede en el caso de la extradición de Alex Saab, en la que la motivación política es el único elemento constatable y permanente que trasciende, todo el proceso humilla al pueblo caboverdiano”, sostuvo Garzón en su comunicado.
Asimismo, tanto el exjuez español como los abogados que participaron en la rueda de prensa recordaron que Cabo Verde ignoró decisiones de instancias supranacionales que pidieron frenar la extradición y/o revisar el proceso, como el Tribunal de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) o el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU).
El arresto y las acusaciones contra Saab
Saab fue detenido el 12 de junio de 2020 cuando su avión hizo escala en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal, en cumplimiento de una petición de EEUU a través de Interpol, pero la defensa alega que esa alerta se emitió después del arresto.
Tras su detención, Venezuela aseveró también que Saab es un ciudadano venezolano y un «agente» del Gobierno, que se hallaba «en tránsito» en Cabo Verde, por lo que sus abogados argumentan que «tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela».
El nombre del empresario, de 49 años, apareció en los medios cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega Díaz lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros del presidente venezolano.
Saab, nacido en la ciudad colombiana de Barranquilla y de origen libanés, está relacionado con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de suministrar alimentos y víveres con sobreprecios a Maduro.
Según el Gobierno estadounidense, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron de estas operaciones con «cientos de millones de dólares».
Este tipo ha perdido dinero y tiempo, en EEUU solo tiene que contar todo lo que sabe, negociar con la justicia norteamericana, aceptar los cargos, y luego con buen comportamiento, le acortan su pena, y colorín colorado ha seguir disfrutando de sus ganancias. Un año perdido y preso, y los únicos que ganaron fueron Garzón y su equipo, que cobraron y muy bien. Lo único seguro que tiene es la extradición al imperio.