La esquina La Torre debe su nombre sin duda a la torre de la catedral, la cual posee 150 pies de altura, 10 campanas y fue contrita por el maestro de carpintería Juan de Medina
Una de las esquinas más transitadas del centro capitalino, la esquina de La Torre. Un espacio muy estratégico para colonizadores, misioneros, aborígenes, mestizos, independentistas y hasta piratas. Un campanario que se convirtió en el sitio de referencia cultural y política.
Diego de Losada, el encargado de llevar a cabo la empresa de colonización, señaló en el valle conquistado el punto para la construcción de una iglesia o capilla en honor a Santiago, el santo flechado que protegía a los españoles.
Así comienza la historia de lo que conocemos como la Esquina La Torre. Lugar que en sus inicios tuvo una estructura de madera que sostenía una enorme campana. Podríamos decir que fue el primer edificio de la ciudad.
Con el tiempo, aquella iglesia o campanario eclesiástico obtuvo el título de “Catedral de Caracas”. Destinada a la creencia de los españoles y de aquellos mestizos e indígenas que aceptaron el catolicismo.

Durante sus primeros años se convirtió en el punto de reunión de clérigos y autoridades. Son muchos los hechos históricos que la Esquina La Torre ha presenciado. Entre ellos se cuenta el ocurrido en 1595, cuando una banda de piratas ingleses sometió la ciudad al saqueo y al horror. Utilizaron el campanario como mirador y desde la cima visualizar el horizonte.

Entre otros hechos, La Torre presenció los sucesos de 1810, cuando Francisco Salias le arrebató el bastón de mando al gobernador colonial, Vicente de Emparan.
Pero esa primera edificación, La Torre, se viene abajo en 1641, debido a un terremoto que sacudió la provincia. Las primeras construcciones españolas en América utilizaban técnicas y materiales indígenas (casas de bahareque, techo de palma, etcétera) apropiados para el trópico. Lo cual no implicaba ningún peligro sísmico. Sin embargo, La Torre, construida de madera con una campana en la cima y de considerable altura para la época, se desplomó causando un fuerte estruendo.

A mediados de 1660, se decidió construir la nueva Torre. Para la tarea fue escogido un maestro de obras, especie de ingeniero albañil, cuyo nombre era Juan de Medina.

Este hombre de fe tardó alrededor de diez años para finalizar su trabajo, y en la cima colgó diez campanas que marcaban el ritmo de la naciente ciudad. Pero la naturaleza volvió a sacudirse en 1766 y de nuevo derribó La Torre.

Posteriormente fue reconstruida por las autoridades de la Colonia, con una dedicación especial. Pero, sufrió otro golpe en el terremoto de 1812, se partió en su parte superior y fue sacada de su centro de gravedad, hasta que otra sacudida la devolvió a su sitio.

Padeciendo los embates de la naturaleza y hasta los asaltos de piratas y corsarios. Siendo el primer símbolo de la fe católica en Caracas y uno de los referentes capitalinos, La Torre le dio su nombre a la esquina.
Tomado de CARACAS CUÉNTAME
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Estupenda información, amena, fácil de entender y útil para quien quiera saber de la Caracas antigua.
Carlos, nos alegra mucho que te haya gustado. Gracias por comentar y por seguir a Curadas. Si nos quieres ayudar, simplemente recomiéndanos a otras personas. Saludos.