Un cerebro atento es un cerebro feliz (+Video)

«Un cerebro atento es un cerebro feliz» es el título de la charla del motivador argentino Martín Reynoso.

Él se pregunta ¿qué hace la mente cuando no hace nada? ¿Qué hace cuando no tiene una tarea específica a la cual atender?

El cerebro atento y la divagación

Y dice que cuando la mente no está haciendo algo específico divaga.

Aparecen entonces pensamientos e imágenes con tres características básicas.

La primera, son automáticos, aparecen más allá de nuestra voluntad, sin control de nuestra volición.

«Lo segundo es que son pensamientos de pasado y de futuro, van hacia adelante y hacia atrás en el tiempo».

Lo tercero que suele ocurrir en una mente que divaga, alega, es que buscan el control de la situación.

«La mente que divaga busca control, certidumbre. Se trata de un estado basal del cerebro».

«Es el modo default, es decir, la mayor parte del tiempo nos encontramos en esta forma de funcionamiento del cerebro. Suelen ser momentos de ensoñación, de fantasía, empiezan a aparecer buenas ideas».

Cerebro atento: Estado de alerta

Pero quiere referirse a la mente que está anticipando los problemas, las dificultades, que quiere tener el control de una situación algo incierta. Esa mente activa un estado de alerta.

Esa mente, expone el orador, puede producir ansiedad, estrés y en algunos casos estados depresivos.

«Es como un enfermo que camina por los pasillos de un hospital y hay mucha gente enferma, con virus. Está muy vulnerable a ese virus».

«En la ciencia eso se llama serendipia y se descubrió de manera causal cuando personas que estaban descansando mostraban un patrón general, un patrón de encendido del cerebro en zonas frontales, posteriores del córtex y en lo que se llama precúneo».

Se pregunta qué hace la mente cuando divaga sobre cierta preocupación o malestar. Lo primero que la mente hace es «evita, escapa, se quiere ir».

Pasa cuando estamos entrenando a atletas de alto rendimiento y no pueden enfrentar la competición, pasa con pacientes que sufren de fobias e intentan evitar situaciones.

El cerebro atento en varias efes

Se trata de la primera «f», la mente está «fly», en vuelo.

La segunda «f», señala Reynoso, es «fight», pelear, que es lo que hace la mente muchas veces. Por ejemplo, si vamos conduciendo y nos conseguimos con una barrera y queremos pasarla, «luchar» contra ella.

«La tercera ‘f’ es cuando de pronto nos sentimos colapsados, cuando no podemos superar la situación que tenemos adelante. La mente se quiere ir, quiere evadirse, pero se siente superada».

«Entonces, luchar, evitar, colapsar».

El expositor informa que vino a hablar realmente de la cuarta «f», que es la atención plena, el «mindfulness», y que básicamente en encontrarse presente en el momento en el cual estamos, con cuerpo, espíritu y mente.

«Intentamos estar frente a la situación tal cual es, aceptando, conectando, sin juzgar ni etiquetar. Aparecen mayor tensión, mayor conexión y, ¿por qué no?, bienestar, equilibrio y felicidad».

«El cerebro atento, el cerebro conectado, es también el que puede sentirse feliz».

Entrenamiento del cerebro

Para ello, manifiesta, tenemos que entrenar nuestro cerebro. Pide, entonces, al auditorio que se ponga de pie, con los brazos al costado del cuerpo, las piernas paralelas, y que cierren los ojos.

«Sientan el cuerpo, sientan el apoyo de los pies, sientan la espalda, la columna, los brazos, sienten que inhalan y exhalan. Vamos a hacer este pequeño ejercicio que consiste en estar en cada momento con aceptación, sin buscar el control de nada».

Solicita a la gente que comience a levantar ambos brazos e intenten encontrar «comodidad en la incomodidad», que encuentren una postura amable donde no estén renegando o luchando contra esa posición.

«Se van a dar cuenta de que si no están luchando pueden quedarse mucho más tiempo. Si, por el contrario, la mente se desconecta y comienza a luchar, a escapar, se van a cansar rápidamente y bajar los brazos».

«La mente con atención plena transita todo lo que se presenta, simplemente acepten con plena atención lo que está ocurriendo».

Luego, Reynoso le pide al público que lentamente vaya bajando los brazos y que se siente con atención plena, que nadie se tire sobre la butaca, que las personas coloquen suavemente glúteos e isquiones en el asiento.

«Bien gracias por la atención plena», concluye Martín Reynoso su discurso haciendo una reverencia mientras el auditorio lo aplaude.

Tomado de Ted Talks, Grupo Geard.

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