Revisemos la historia de perros y gatos.
La familia de los cánidos de la que descienden los perros modernos apareció en Norteamérica hace unos 40 millones de años.
Otros 20 millones de años después alcanzó su máximo esplendor, pero algo ocurrió y los perros comenzaron a desaparecer rápidamente.
Solo recientemente los científicos descubrieron que esto ocurrió por culpa de los gatos.
Peros y gatos no se soportan
Es un hecho conocido que los perros y los gatos no se soportan.
En 2018 investigadores de la Universidad de Lincoln, en Estados Unidos, realizaron un extenso estudio.
Esto con el objetivo de averiguar si esta enemistad puede confirmarse desde un punto de vista estadístico.
Según el resultado, el 57 % de los propietarios dijo que sus gatos no admitían a los perros.
El 18 % afirmó que sus perros amenazaban a los gatos.
Finalmente, menos del 10 % de los gatos y solo el 1 % de los perros llegaron a hacer daño al otro animal.
Es decir, la razón no reside en la agresividad natural de determinados animales domésticos.
A lo largo del transcurrir de la humanidad se pueden encontrar historias sobre cómo los perros y los gatos no se llevan bien.
En 1560 la gente decía sobre los matrimonios que se peleaban todo el tiempo que eran «como perros y gatos».
Perros y gatos: Memoria genética
Quizás la memoria genética sea la razón para la disputa entre estos animales.
Los estudios demuestran que los gatos y los perros pueden recordar sucesos ocurridos hace muchos años.
Es decir, si uno de ellos se mostró agresivo durante algún encuentro el otro puede guardar rencor durante mucho tiempo.
Así que los gatos y los perros simplemente tienen la memoria de sus antepasados y aprenden que los representantes de las otras especies son sus enemigos acérrimos.
Revisando la memoria genética entran en escena los ratones.
Los científicos han descubierto que los ratones que ya han superado un laberinto tienen descendencia, sus crías no tendrán que empezar su viaje desde cero.
Esto demuestra que los animales pueden tener algún tipo de memoria en su material genético y que esa memoria se transmite.
Perros y gatos: Historias ancestrales
En torno a los perros que desaparecieron de Norteamérica, los científicos están bastante seguros de que los felinos que vinieron de Asia fueron una de las razones.
Esto podría haber quedado registrado en alguna parte del genoma canino.
Los gatos demostraron estar mejor adaptados y ser más eficaces como cazadores por lo que dejaron sin presas a los depredadores locales condenándolos a la inanición.
Entre los cánidos salvajes los lobos son auténticas máquinas de matar. ¿Cómo podrían perder ante unos gatos que acaban de llegar de otra región?
Quizás la razón esta en la forma de cazar y en las armas usadas.
Los perros persiguen a su presa a gran velocidad hasta agotarlos, mientras que los gatos prefieren las emboscadas repentinas.
Además, los gatos sacan las garras solo cuando atacan lo que significa que no las desgastan durante la persecución.
Carrera evolutiva
Parece un detalle pequeño pero no existen factores sin importancia cuando se trata de la carrera evolutiva por la supervivencia. Cuarenta especies de perros extinguidas lo confirman.
Han pasado demasiados años desde entonces. El equilibrio de poder debe haber cambiado. ¿O no?
Los gatos tienen un cuerpo fuerte y gracias a los poderosos músculos de sus patas traseras pueden saltar seis veces su propia altura.
Además dientes afilados, garras que pueden sacar los ojos al enemigo, flexibilidad.
El perro promedio corre aproximadamente a la velocidad de un gato promedio pero no puede trepar a un árbol.
La única posibilidad de ganar es agarrar al gato por la boca. Así que si ambos animales fueran del mismo tamaño el perro no tendría ninguna posibilidad de ganar.
Un gran ejemplo es la lucha del lobo y el lince. Expertos creen que el lobo es mejor que el lince cuando se trata de proteger su territorio.
Pero aparentemente los linces solo pueden ser matados por otros linces.
Si ataca a un lobo solitario el lince tiene tantas posibilidades de ganar que puede afectar a toda la población, eliminando a los lobos uno por uno.
Un animal que es un superarma
Resulta que los gatos son algo así como una superarma creada por la naturaleza.
En Australia los gatos domésticos matan 390 millones de animales al año, incluidos reptiles, aves y mamíferos.
En la actualidad, unos 2,7 millones de gatos domésticos australianos son libres de vagar y cazar donde quieran. Pero la razón no es solo que nadie restrinja sus movimientos.
El ADN de los gatos no ha cambiado mucho desde que fueron domesticados.
Es decir, los gatos que antes eran salvajes pero luego comenzaron a cazar ratones cerca de las viviendas humanas y los gatos que ronronean en tu regazo son casi idénticos en términos de genética.
A diferencia de los perros no fueron sometidos a una rigurosa selección para determinada selección para determinadas cualidades. La gente no buscaba ni criaba gatos para que fueran buenos para una determinada tarea.
Los gatos conservan sus habilidades naturales y los perros han cambiado mucho a lo largo de millones de años.
La coexistencia con los humanos los hizo mucho más débiles que los lobos.
Los lobos son más inteligentes que los perros domésticos porque están acostumbrados a pensar constantemente para sobrevivir. Pero lo más importante es que los lobos viven en manada.
¿Por qué los gatos odian a los perros y por qué, según las estadísticas son los gatos los que más a menudo atacan primero?
La domesticación de los perros
Quizás la razón esté en la domesticación: como los perros fueron domesticados antes pueden controlar mejor su comportamiento.
Muchos gatos perciben a los perros como una amenaza e intentan huir, y los perros a su vez tienen instintos que les indican que deben perseguir al animal que huye.
Sin embargo, existe otro factor; hablan idiomas diferentes. No solo porque unos maúllan y otros ladran. Incluso, su lenguaje corporal es diferente.
Por ejemplo, si un perro mueve la cola significa que está de buen humor, cuando un gato hace lo mismo es una señal de miedo y agresión.
¿Pueden estos animales vivir en armonía? Por supuesto que sí.
Un ambiente tranquilo, crecer juntos desde la infancia, una gran diferencia de edad. Si que existen formas de vivir en paz.
Pero aún pasarán muchos años antes de que los gatos dejen de ser agresivos con los perros.
Tomado de We Are Top, Wikipedia
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