El fin del mundo: Profecías que fallaron

Aunque no ha acontecido el epílogo que se anunciaba, el tema no deja de causar preocupación general a lo largo de los siglos.

El fin del mundo.

Se trata de una materia recurrente tan ancestral como las civilizaciones.

¿Cuántos lo predijeron?

Hasta ahora, todos han fallado en sus fatalistas pronósticos.

El fin del mundo en la antigüedad

Revisemos diez ejemplos de vaticinios que, por fortuna para la humanidad, no tuvieron acierto.

Uno de los más antiguos data del año 500 después de Cristo.

El escritor Hipólito de Roma, el historiador Sexto Julio Africano y el obispo griego Irenaus predijeron que ese año Jesús de Nazaret regresaría.

Esto marcaría el Apocalipsis.

Incluso, uno de ellos estudió las medidas del Arca de Noé para el cálculo.

Sexto cambió luego la fecha para el 800.

En ambos casos el anuncio del Armagedón fracasó.

El fin del mundo: La Peste Negra

La expansión de la Peste Negra entre 1346 y 1351 fue otro signo que alertó a muchos.

La pandemia mató a la mitad de los europeos, además de llegar hasta África y Asia, pero no acabó con el mundo.

En el siglo XVI, específicamente en 1524, el primero de febrero, en Inglaterra varios astrólogos hablaron desde Londres sobre una gran inundación.

Más de 20 mil habitantes huyeron de sus casas. Sin embargo, de nuevo, nada pasó.

Los profetas del desastre cambiaron la fecha para 1624, cien años después, pero tampoco atinaron.

Hasta Lutero habló de ello

Por su parte, el teólogo alemán Martín Lutero, padre del protestantismo, tomó como señal fatídica la lucha entre cristianos y musulmanes, creyendo que el mundo no iría más allá del siglo XVII.

Trasladándonos a Estados Unidos contamos que el 19 de mayo de 1780 el cielo se ennegreció sobre Connecticut.

Hasta la Asamblea General norteamericana vio aquello como una advertencia del destino.

Pero todo no pasó de ser la incidencia de un incendio forestal, una espesa niebla y nubes de tormenta.

Vaticinios en el siglo XX

En una instancia histórica posterior, en 1910, en los albores del siglo XX, el astrónomo francés Camille Flammarion anunció que el cometa Halley acabaría con la Tierra.

El asunto se volvió hasta chistoso pues el científico dijo que nada le ocurriría al que consumiese unas píldoras que él vendía.

En 1923, el evangelista estadounidense Wilbur Glenn Voliva predijo el fin de la existencia del planeta para ese año, además de 1927,1930,1934 y 1935.

Ninguno de sus señalamientos dio con la verdad.

Luego, el 21 de diciembre de 1954 la ufóloga Dorothy Martín vaticinó un diluvio final.

Su desacierto inspiró en 1956 el libro «Cuando las profecías fallan», del psicólogo norteamericano Leon Festinger.

Nostradamus resurge

Más recientemente, en julio de 1999, una profecía atribuida a Nostradamus se refería a la venida del «Rey del terror de los cielos».

No habrá faltado quien todavía lo esté aguardando.

Con el advenimiento del año 2000 muchos vieron en tal número la identificación de la época postrera.

Inclusive, Isaac Newton dijo en el siglo XVII que para entonces el 2000 decretaría el Milenio de Cristo y con ello la catástrofe mundial.

¿Las últimas profecías?

El 21 de diciembre de 2012 fue una fecha que se difundió como la apocalíptica.

Esto fue por coincidir con el fin del decimotercer baktún o última «cuenta larga» del calendario maya.

También encontramos el alerta que causó la inversión magnética o de los polos del 19 de julio de 2016.

Y, por supuesto, la inquietud que produce frecuentemente el tránsito de un asteroide, cometa o meteorito cerca de la Tierra.

Así que una fecha llamativa, la invención de un suceso extraordinario y una gran dosis de ingenuidad por parte de la población servirán siempre cual trompetas proclamando el supuesto fin del mundo.

Tomado de CuriosaMente, Wikipedia.

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