Pandemia y osteoporosis: ¿Qué incidencia tiene una sobre la otra?

Para pacientes y público en general surgen interrogantes acerca de tópicos con absoluta vigencia, mientras transcurre una época preocupante a nivel mundial.

Pandemia y osteoporosis.

¿Cuál es la incidencia del coronavirus en la patología?

Esta pregunta se formula, como muchas otras de asuntos semejantes, al referirnos a enfermedades base.

Sobre todo, en el conocimiento de que tal característica incide en las consecuencias que acarrea el covid-19.

Para ahondar en la materia abordemos definiciones.

Pandemia y osteoporosis: Terminología básica

¿Qué es la osteoporosis?

Es una enfermedad sistémica esquelética.

Se caracteriza por la disminución de la masa ósea.

Presenta el deterioro de la microarquitectura de los huesos y su fragilidad.

Esto deriva en el riesgo de sufrir fracturas.

Precisamente, la osteoporosis es llamada la «epidemia silenciosa» porque es asintomática.

Puede pasar desapercibida durante años.

Hasta que, finalmente, deriva en fractura.

Los huesos más comprometidos son los de la columna vertebral y la cadera.

Pandemia y osteoporosis: Presencia en la población

La osteoporosis es más frecuente entre las mujeres.

Aunque también pueden sufrirla los hombres, principalmente, los de edad avanzada.

¿Y cuál es su incidencia en la población?

Por ejemplo, fuentes médicas en España refieren que una de cada tres mujeres tendrá una fractura osteoporótica.

Asimismo, uno de cada cinco hombres mayores de 50 años de edad.

El origen de la patología lo encontramos en los factores que influyen en el desarrollo y la calidad del hueso.

Además del envejecimiento, causas genéticas y hereditarias se asocian con su aparición.

Elementos a considerar en la relación entre la pandemia y la osteoporosis

Desnutrición, alimentación deficiente y escaso ejercicio pueden favorecer el surgimiento de la osteoporosis.

Hay que incluir, además, la acción de algunos fármacos

En el sexo femenino se destaca la menopausia como factor.

Esto se debe a que la ausencia de la función ovárica aumenta la resorción ósea.

La resorción ósea es el proceso que se verifica cuando células llamadas osteoclastos destruyen el hueso.

Y en el caso de pacientes oncológicos, no es la neoplasia la que puede promover el desarrollo de la osteoporosis. La fomenta es el tratamiento.

Esto, tras la reducción de estrógenos o testosterona, según sea el caso.

Ahora, ¿cuál es efecto real del confinamiento por la pandemia en las personas que presentan osteoporosis?

¿Hay razones para preocuparse?

Se da por descontado que ha habido un impacto.

Sobre todo cuando se acusa falta de ejercicio físico, como caminar o hacer gimnasia, en medio de la cuarentena.

También la menor exposición al sol tiene su incidencia.

En un tiempo durante el cual se han realizado menos densitometrías óseas.

La densitometría ósea es la prueba que determina, a través de diagnóstico por imágenes, la densidad mineral ósea.

Además, la reducción de tratamientos endovenosos también repercute. En concreto, la administración del medicamento zoledronato.

Se observan países donde, durante la crisis sanitaria, se han dejado de aplicar fármacos subcutáneos.

Aquí citaremos en específico el denosumab, que se prescribe para la osteoporosis cada seis meses.

Nada aclara más que la verdad

Sin embargo, debe aclararse que la osteoporosis no se asocia con un mayor riesgo de contagio por covid-19.

Tampoco con una gravedad de la patología una vez producida la infección por SARS-CoV-2.

De manera que no es necesario que las personas que presentan osteoporosis sean priorizadas para la vacunación.

Asimismo, se sabe que los tratamientos para la osteoporosis no interfieren en los perfiles de eficacia.

O en los efectos secundarios tras la inyección de las dosis previstas para el coronavirus.

Tampoco deben interrumpirse o retrasarse indefinidamente por causa de la vacunación. De manera, recapitulamos, que sufrir de osteoporosis no aumenta el riesgo de contraer covid-19, i de tener complicaciones graves.

Por supuesto, es fundamental evitar caídas que pueden ocurrir en el hogar durante el confinamiento.

Hay que hacer del domicilio un lugar seguro.

Vitamina D

La vitamina D, necesaria para los huesos puede reducir el riesgo de infecciones virales.

Y que el calcio que encontramos en lácteos y proteínas de la dieta provee de la energía vital.

Igualmente, no descuidar tomar el sol a diario y dedicarle un momento al ejercicio.

Por supuesto, observar las recomendaciones médicas constituye la guía más certera. Así, abordaremos mejor los acontecimientos involucrados con la salud.

Tomado de Cuídate, IDIM.

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