Intercambio de regalos: tradición navideña y de fin de año

Muchos esperan por ese espléndido momento en el que no solo se involucran los objetos materiales sino también los vínculos emotivos, bien sea entre compañeros de trabajo, amigos o familiares.

Intercambio de regalos. Todos o casi todos hemos participado.

Una de las tradiciones de mayor arraigo entre los venezolanos durante le época navideña y de fin de año es el intercambio de regalos.

Tal actividad, sencilla y divertida, consolida los lazos de unión, de aprecio y de hermandad.

Intercambio de regalos: Una vivencia por la que se espera cada año

Son buenos sentimientos que se forjan entre los seres humanos y que hacen ser mejor a las personas.

Nada más adecuado que el intercambio de regalos se lleve a cabo durante el mes de diciembre.

Es en este, período con el cual, por supuesto, cierra cada año y que está siempre pleno de emotividad.

El dar y recibir regalos involucra más que un intercambio pues tiene un profundo significado psicológico y social-

Actúa como mecanismo de cohesión entre los intervinientes.

Asimismo, favorece la interacción, ayuda a establecer vínculos, define las relaciones y fortalece los lazos interpersonales.

El intercambio de regalos es una de las prácticas que más corrobora las expresiones de cariño y afecto, además de evidenciar interés por los demás.

Intercambio de regalos:

Intercambio de regalos: Una expresión social

Es parte de un proceso cultural que se registra de manera fidedigna en la acción de dar y recibir.

Tiene lugar en fechas durante las cuales para la mayor parte de la gente hay un florecimiento de las expresiones de alegría.

Sin embargo, para otros son de melancolía y nostalgia.

Esto es de acuerdo con los episodios vividos no solo durante el transcurso de ,los dice meses anteriores, sino que ese efecto personal dimana más allá del impacto psicológico que obra en cada quien lo recientemente transcurrido.

El intercambio de regalos ha echado raíces tan profundas en nuestro gentilicio que siempre se busca la manera de no perder tan bonita costumbre, pese a los múltiples obstáculos que impone la pérdida del poder adquisitivo.

Intercambio de regalos:

Intercambio de regalos: Aún en tiempos de vacas flacas

La hiperinflación que aflige al país desde hace años y torna más difícil la vida de los connacionales en Venezuela disminuyendo su capacidad de consumo pretende actuar como freno de la muy querida costumbre.

Pero el venezolano, por fortuna, sabe ingeniárselas para seguir brindándole impulso al ya entrañable intercambio de regalos impregnando los corazones de hermosos sentimientos, esos afectos que acercan más a los seres humanos.

El intercambio de regalos, a saber, se puede desarrollar en tres ámbitos: entre los compañeros de trabajo, entre las amistades y entre familiares y parientes.

Intercambio de regalos:

Intercambio de regalos: Mecánica que se sigue

El intercambio de regalos, como cabe suponer, comienza con la designación de un organizador que tomara nota de todos aquellos que manifiestan su deseo de participar.

Con similitud al juego del amigo secreto, cada quien escoge al azar un papel en el cual está escrito el nombre de la persona a la que le corresponderá entregar el regalo.

Previamente, se definirá un monto mínimo y máximo del objeto en cuestión a los fines de que el intercambio sea en su costo lo más equitativo posible.

Cabe destacar que si no efectúa el sorteo a la usanza manual clásica, en Internet están disponibles aplicaciones gratuitas para realizar el procedimiento aleatorio.

La persona que le toca recibir hace una lista de regalos que, dentro de lo que cabe de acuerdo con las reglas del intercambio, le gustaría que le entregaran.

Intercambio de regalos: Abanico para escoger

Por ejemplo, tres opciones es lo que con mayor frecuencia se contempla para facilita la labor del que obsequia.

Uno de los consejos básico para quien regala es pensar en la otra persona y en lo que le pueda gustar más.

Una regla de oro es no regalar algo que a uno le gustaría recibir.

Dos triquiñuelas que suelen hacerse durante el juego del amigo secreto es rellenar con papel periódico la caja de un «falso regalo» para gastarle una broma al destinatario.

Otra es emplear cajas de regalo de varias dimensiones, una dentro de la otra sin que contengan nada, hasta que se descubra que el regalo está en la última que se abre, es decir, la más diminuta donde hay, por ejemplo, una prenda o un perfume.

Y cuando llega el momento del intercambio de más está suponer que si el presente no es del agrado de quien lo recibe, no hay que poner cara de desilusión y ser agradecido.

¿Dar o recibir?

Siempre se ha pensado que quién gana más: el que da o el que recibe. Estudios sostienen que el la persona que da es quien obtiene mayores beneficios.

Esto se debe a que refuerza los nexos hacia ellos y generan la sensación de ser más competentes emocionalmente.

Cuando se da un regalo pensando en que la agradará al destinatario ese bienestar aumenta.

El propósito de hacer felices a los demás es un acto de empatía que aleja a quien regala del egocentrismo y se asocia con niveles altos de gratificación.

Recíprocamente, recibir obsequios provoca una repercusión significativa sobre el hecho de ser aceptado, tenido en cuenta o sentirse importante y reconocido. Igualmente, mejora el estado de ánimo.

Lo cierto es que en el intercambio de regalos lo mismo dar que recibir constituyen experiencias de una alta recoración y que conducen también a otras acciones proactivas.

Cuando se siente gratitud por los gestos de amabilidad de una persona hacia uno, lo más probable es que se actúe de la misma manera.

Tres factores de oro

De seguido, tres nociones básicas que hay que tener en consideración.

Ampliar el concepto de dar: denota entender que hay muchas maneras de mostrar afecto más allá de las cosas materiales. Estos gestos van desde una palabra amable, un abrazo, un saludo o un momento agradable. Un buen regalo también implica sostener una conversación amena, preparar una comida para compartirla o escribir una carta con expresiones genuinas.

Dar sin esperar alguna recompensa: por definición, el intercambio de regalos es para dar y recibir. Aunque, obviamente, se espera la reciprocidad y que haya una respuesta acorde con el propósito, es preciso evitar, en términos generales, que esto se vuelva un mecanismo de presión.

Aprender a dar y recibir: Puede que surja la decepción cuando las expectativas no son cubiertas. Saber recibir es el acto de manifestar plena aceptación de lo que le están brindando. Hay que enfocarse, entonces, más en lo que se recibe y no en lo que falta. Valorar el significado de los detalles. También es elemental cuando se da sin medida no transformarf la tradición en una manifestación de estatus económico.

Tomado de Navidad, El Diario de Palenque, RV.

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