Astrónomos han concluido que las misteriosas variaciones periódicas en la luz de este objeto cósmico son causadas por un cuerpo en órbita que periódicamente emite nubes de polvo ocultando la estrella
Lo que llama la atención de los expertos es el tamaño colosal de las nubes de polvo, mucho mayores de lo esperado de un objeto cósmico tan pequeño.
Un equipo de astrónomos buscó en el catálogo TIC (TESS Input Catalog) -que atesora mil millones de objetos- utilizando herramientas computacionales basadas en el aprendizaje automático desarrolladas a partir de los comportamientos observados de cientos de miles de objetos variables conocidos; el método ha encontrado previamente planetas en desintegración y cuerpos que emiten polvo, por ejemplo.

Los astrónomos notaron que el objeto presentaba de forma rutinaria una fluctuación en su brillo. Esto sugiere que un gran asteroide, o quizás incluso un pequeño planeta, orbita a una de las estrellas y está liberando nubes de polvo que atenúan la luz de ambas desde la perspectiva del TESS.
Este proceso ocurre aproximadamente cada 19 días, pero la duración y la intensidad de las atenuaciones del brillo varían mucho.
El equipo cree que el culpable más probable de la caída del brillo no es el asteroide o planeta como tal, sino las nubes de polvo emitidas esporádicamente por dicho objeto.
«La naturaleza del propio cuerpo en órbita es desconcertante porque la cantidad de polvo emitido es grande; si se produjera por la desintegración de un objeto como el asteroide Ceres de nuestro sistema solar, solo sobreviviría unos 8.000 años antes de desaparecer»; así lo señala un comunicado de prensa emitido por el centro de astrofísica Harvard-Smithsonian; institución a la que pertenece la astrónoma Karen Collins, una de las autoras del estudio.
«Sin embargo, durante los seis años que se ha observado este objeto, la periodicidad se ha mantenido estricta y el objeto que emite el polvo aparentemente ha permanecido intacto», añade el texto.
Es un misterio que, por ahora, carece de respuesta; pero los investigadores planean continuar monitoreando el objeto e incorporar observaciones históricas de esa zona del espacio; para tratar de determinar cómo ha variado el brillo a lo largo de las décadas.
Tomado de RT
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