La física cuántica una rama de la ciencia que estudia la naturaleza a escala atómica y subatómica. Conozcamos sus conceptos y descubramos su maravilloso mundo.
La física cuántica explicada de manera sencilla.
Se suele decir que la ciencia más avanzada no se diferencia de la magia y la física cuántica es un gran ejemplo de ello.
Tan sorprendente es esta teoría que algunos de los físicos más renombrados de la historia, como el mismísimo Albert Einstein, se negaron a aceptarla.
La física cuántica: Escala atómica y subatómica
Pero a un siglo de sus inicios la física cuántica no solo se ha ganado su lugar, sino que está en el albor de una revolución.
La física cuántica es una rama de la ciencia que estudia la naturaleza a escala atómica y subatómica.
En otras palabras estudia el mundo de lo pequeño, de las moléculas, de los átomos y sus componentes.
Hay algunos que probablemente conozcas, como los electrones, protones y neutrones. Pero también existen otros menos famosos como los los quarks o gluones.
Este mundo que no podemos ver a simple vista es distinto al que sí podemos observar en el día a día.
La física cuántica. Desafía el sentido común
De hecho, sus leyes son tan distintas a las del mundo que nos rodea que desafían el sentido común.
Por ejemplo, si suelto una pelota todos sabemos lo que va a pasar, porque hemos visto caer cosas al suelo infinitas veces desde que somos bebés.
O sea, todos tenemos incorporadas ciertas nociones básicas de la llamada física clásica.
Pero esa intuición no funciona para la física cuántica.
La física cuántica: Explicación entendible
El reconocido físico español José Ignacio Latorre tiene una manera de explicarlo.
«Te propongo un experimento. La idea es que salgo a la calle y veo un automóvil que se encuentra estacionado».
«Lo que ha pasado ahí, aunque no somos conscientes de ello, es que una partícula de luz, un fotón, ha ido contra la chapa del vehículo, ha rebotado y ha venido a mi ojo».
«Si no existiera ese portador de la información yo no sabría que hay un carro en la calle».
«Lo que pasa en el mundo subatómico es que en vez de un auto hay un electrón. Y cuando le llega esa partícula de luz, le produce una alteración incontrolable».
«Le inyecta energía, lo envía lejos de donde estaba. Entonces esa es la gran idea que justifica o que fuerza un cambio de paradigma.».
«Y es que en el proceso de medir, alteramos lo que medimos. Cuando uno, cuando uno observa algo, lo modifica», concluye el especialista.
¿Difícil?
Para observar tiene que haber algo que interactúe con lo observado y vuelva a nosotros.
En este ejemplo es un fotón, un pequeño haz de luz que viaja hasta la carrocería del auto, o la rueda del vidrio, da igual, rebota y regresa a nuestra retina.
El carro es macroscópico y los fotones no le hacen nada.
En cambio, el fotón cuando lo que hace es chocar contra un electrón, sì que lo afecta y mucho.
En proporción, es como si al vehículo en vez de enviarle un pequeño haz de luz le enviaras un cohete gigante.
Tras la colisión, el auto no seguirá ahí intacto.
De ahí deriva la idea de que a nivel cuántico, medir cambia aquello que mides, porque estas partículas son tan pequeñas y tan livianas que cualquier acción que hagas contra una de ellas, las altera.
En lo práctico, esto quiere decir que no podemos saber con precisión cómo opera este mundo de lo ultra pequeño.
No podemos hablar de posiciones y velocidades.
Por ejemplo, en la física clásica es posible decir con precisión donde en el mundo me encuentro, que soy un conjunto de millones de millones de átomos.
Pero a escala atómica u subatómica solo se puede hablar de la probabilidad de que una partícula esté en cierto lugar en determinado momento.
Nivel abstracto
A un nivel más abstracto, la física cuántica empujó un cambio de paradigma que trascendió las fronteras de la ciencia y llegó a la filosofía.
Es que esta teoría cuestiona la propia noción de realidad, de saber, de conocer,
La gran paradoja es que este mundo de probabilidad e incertidumbre ha dado lugar a aplicaciones increíblemente precisas.
El mejor ejemplo de ello son los relojes atómicos, que como indica su nombre, usan átomos para medir el tiempo con una precisión impresionante, y que son responsables del funcionamiento del GPS.
Pero también ha permitido desarrollar el láser, la resonancia magnética, la fibra óptica y más.
Incluso hay científicos que creen que estamos cerca de una segunda ola cuántica dado los enormes avances que se están logrando en la manipulación de partículas aisladas.
Controlar la materia a nivel atómico nos permitirá desarrollar tecnologías revolucionarias.
Es diseñar medicamentos y no ya a esperar encontrarlos por ensayo y error.
Crear inteligencias artificiales imposibles de diferencias de los humanos.
Es incluso soñar con la teletransportación.
En otras palabras, es como si fuera magia.
Tomado de BBC News Mundo.
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