«Serial dater» (un intraducible juego entre date -cita- y serial killer -asesino en serie-) es la etiqueta que algunas de las víctimas del estafador que centra la atención en este magnético documental de Netflix. Disfrazado de thriller (aunque, como las mejores películas de suspense, arranca vestido de otro género, en este caso de suave drama romántico), ‘El estafador de Tinder’ está lleno de giros, de suspense, de identidades secretas y de momentos amargos. Sobre todo, porque son reales.
Con un indudable gusto para vehicular la narración a través de cliffhangers y giros, este documental cuenta, en las propias palabras de las víctimas, cómo varias mujeres conocen a través de Tinder a alguien que se hace llamar Simon Leviev. Es heredero de una fortuna en un negocio de diamantes y se las lleva, en sus primeras citas, a cenar en un hotel de cinco estrellas. Todas pican y se dejan llevar por una vida de lujo y fantasía. Solo que todo es falso.
O no tan falso. Es solo que el dinero no es de Simon. Pronto iremos conociendo a otras mujeres y el peculiar entramado de mentiras que Simon ha montado para estafarlas en cuanto se gana su confianza, y que empieza a desmoronarse cuando un grupo de periodistas empiezan a seguir sus huellas. Todo se nos cuenta con abundancia de material audiovisual, sin duda el gran atractivo de la película, ya que las víctimas han guardado vídeos, conversaciones y mensajes de voz con los que Simon las engatusaba.
Tras ‘El estafador de Tinder’ está Felicity Morris, responsable también de otro documental de éxito de Netflix con internet como telón de fondo: ‘A los gatos ni tocarlos‘. En esta ocasión el interés del espectador queda un poco por debajo de aquella: el tema es menos extravagante y las protagonistas carecen del punto de rareza que tenían los cazadores de asesinos de gatitos que veíamos allí. Aquí son solo chicas con las que se puede empatizar por su papel de víctimas, pero que pueden llegar a ser un poco cargantes en su visión sin ironía de las virtudes de una vida de lujo frívolo.
Continúa leyendo en Xataka