Más de 30 años de conocimientos y experiencias comparte el astrólogo Enrico Mariani con sus seguidores desde Estados Unidos. Su prestigio es respetado y admirado por muchos desde que dejó Venezuela, la tierra que no olvida. Como yo, que no lo olvido, porque tuve la dicha de disfrutar su amistad y cariño.
Yo conocí al Enrico que no sentía ningún interés por la llamada Ciencia de los Astros. El amigo que siempre ha tenido una sonrisa en el rostro y que ha amado los deportes, especialmente el baloncesto. Y eso, sin dejar a un lado la música. Recuerdo que los éxitos de los 80’ me los grababa en cassettes TDK, que eran los mejores.
Hace días vi en su Instagram que se prepara para dictar otra de sus inigualables clases de Astrología Espiritual. Y llegaron a mi mente muchos de los momentos que compartí con él y su familia. Por eso, quiero contar nuestra vivencias, porque se trata de un ser extraordinario, con un calidad humana hermosa y una bella familia que ha formado con su esposa Anna María y su linda hija.

El Miss Venezuela 1984
En 1984, yo estaba realizando mis pasantías de comunicación social en el Bloque DeArmas, en la recordada sede de Ferrenquín a La Cruz, en Caracas. Mi amiga y mentora, la periodista Silvia Bernardini, me dio la estupenda oportunidad de escribir en las revistas que dirigía en ese entonces: Variedades, Revista Dominical del 2001, Meridianito y Síntesis.
Un día de pautas periodísticas, en el mes de abril de ese año, me asignó la cobertura total de las actividades preparatorias del certamen Miss Venezuela. Debía entrevistar a las candidatas en su rutina diaria. Eso incluía visitar el Hotel Macuto Sheraton, en Caraballeda, donde se realizó el evento.
Con mucho entusiasmo comencé mi cobertura de aspectos interesantes sobre las misses. Historias originales que atrajeran la atención de los lectores. Y así fue, cada edición de Variedades, presentaba páginas y páginas de novedades sobre las candidatas.
Por eso, con el paso de los días, hice amistad con algunas de las jóvenes aspirantes a la corona. Entre ellas: Astrid Carolina Herrera (Miranda) Miriam Leydermann (Nueva Esparta), Martha Salas (Departamento Vargas), Carolina Cristancho (Aragua) y Carla Mariani (Miss Carabobo).
Todos los días, un nuevo encuentro y mucha diversión. Realmente fue agradable compartir con ellas, con los miembros de la Organización Miss Venezuela y con colegas de otros medios de comunicación.
¿Cómo conocí a Enrico Mariani?
Pues, fue muy fácil y agradable. Enrico es el hermano de Carla Mariani, la representante del estado Carabobo. Él la acompañaba a todos los eventos y en cada uno coincidíamos. Hasta que nos hicimos “panas” y decidimos siempre estar en el mismo lugar, con un grupo de amigos comunes.
Todo el mes de abril y parte de mayo, hasta después del certamen, asistimos a la mayoría de los eventos de la Organización Miss Venezuela y de Venevisión. Confieso que fue una época muy agradable. La pasamos estupendamente y en esas veladas también estaba el grupo de misses que les comenté.

Además de nuestra amiga, muy querida, Carolina Perpetuo, una persona muy especial y divertida, quien en 1986 se animó a participar en el Miss Venezuela, con la banda de Miss Miranda.
Por cierto, que en una noche tan linda como esa, Carla obtuvo la banda como Tercera Finalista.
La amistad después del Miss Venezuela
Al culminar el Miss Venezuela 1984 y todas las actividades post certamen, la amistad con Enrico y Carla Mariani continúo. No olvidaré nunca los exquisitos platillos que preparaba su madre y la simpatía de su padre.
Yo me la pasaba en su casa, en el apartamento de El Márquez, echando cuentos, oyendo música e inventando cosas para divertirnos.
Incluso, ambos me acompañaron en mi fiesta de graduación como Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela. Realmente fue una reunión familiar, pero como eran parte de mi familia de vida, estuvieron presentes en ese momento tan importante.

Posteriormente, el Bloque DeArmas me llamó para coordinar una publicación especial para presentar trajes de novias. Inmediatamente, le dije a Carla que me acompañara en esa aventura como modelo. En esta foto estamos en el descanso de la sesión de fotos, con uno de los diseños más exclusivos.

Lamentablemente, tiempo después hubo un distanciamiento. No supe más de ellos.
Un cambio de vida en Barquisimeto
A los seis meses de mi graduación, en mayo de 1986, me mudé a Barquisimeto por razones profesionales. Yo no quería dejar Caracas, pero por situaciones que no vienen al caso explicar, me trasladé a la capital larense. Lloré mucho, pero con los meses, conocí personas agradables y me gustó mi reto periodístico en el diario El Informador. La tristeza fue desapareciendo.
Como todo fue tan rápido, no tuve chance de despedirme de mis amigos. No existían los celulares, ni las redes sociales y me quedé sin avisarle a muchos sobre mi cambio de vida y de residencia, entre ellos, los hermanos Mariani.
Por supuesto, lo lamenté enormemente. Pero así fue pasando el tiempo.
Una buena noticia: podía buscar a Enrico Mariani en Facebook
Cuando nació Facebook, surgió la posibilidad de buscar a mi gente querida. Creo que fue en el 2006 cuando encontré a Enrico. Y sentí una alegría sin límites.
Pero… Sorpresa.
Me enteré que mi súper amigo, Enrico Mariani, se había convertido en un famoso astrólogo. Incluso, que en el año 1991, había creado el Centro de Encuentro Astrológicos en Caracas. Y desde ese momento, estaba dedicado a la enseñanza y a la investigación de la astrología.
Cuando me enteré de esa buena nueva, ya Enrico vivía en Miami con su esposa. Y se encontraba promocionando su libro Los 12 Signos Zodiacales, en varios países.
Posteriormente, después de varios intentos, contacté a Enrico y fue una nota. Nos actualizamos y nos comprometimos a preparar un reencuentro en los próximos tiempos. Aunque Carla no podría estar presente, porque se había residenciado en Italia.
Mi encuentro con Enrico Mariani en Miami
Y llegó el día. En el año 2013, en uno de mis viajes a Miami, llamé a Enrico para vernos. Con la complicidad de mi amiga y colega Damarys Yajure, cuadramos encontrarnos en un restaurant con mi amigo del alma.
Llegamos puntual y allí estaba él con su esposa y su hija. La alegría fue indescriptible y el abrazo maratónico. Qué nota verlo tan feliz, tan satisfecho de todo lo logrado en familia.

Por supuesto, hablamos durante horas. Nos pusimos al día sobre cada aspecto personal y profesional. Me contó cómo nació su fascinación por la astrología y su iniciativa de crear el Programa de Formación en Astrología Espiritual.
Y yo le expliqué cómo fue mi súbito traslado de Caracas a Barquisimeto y lo bien que me ha ido viviendo en esta hermosa ciudad.
A partir de ese momento, nuestro contacto ha sido constante. No todos los días, pero de vez en cuando hablamos y nos actualizamos.
Tenemos pendiente otro encuentro. Mientras tanto, me enorgullece que mi amigo Enrico haya logrado cristalizar sus metas y proyectos. Sin duda alguna, se ha convertido en uno de los mejores astrólogos, reconocido y admirado por sus colegas. Y desde aquí aplaudo sus éxitos. Y si usted quiere una carta astral o conocer el fascinante mundo de los astros, contáctelo en Instagram @enricomarianiastrologia
Definitivamente, contar estas experiencias es placentero. Se trata de personas y vivencias inolvidables que comparto con satisfacción.
Hasta la próxima.
Saludos y bendiciones.
Milagros S. Castro
@milicas33