La música es lenguaje, no arte, ni ciencia. Basado en el video «La música no es un arte» de César Muñoz publicado en su canal La Cata Musical.
«Una obra de arte es una pieza única que cumple la función sublime de elevar el espíritu con su gracia, su belleza y su profundidad».
Música es lenguaje, no arte. Con ella podemos hacer obras de arte y otras cosas que no lo son, o que son artísticamente irrelevantes.
Así lo dice el crítico César Muñoz, en su canal en YouTube «La Cata Musical».
Surge otra polémica basada en a qué podemos llamar arte.
¿Cuándo se considera a la música una verdadera obra de arte?
Música es lenguaje, no arte: Primero, comunicarnos
«Primero, definamos lenguaje: en un sistema mediante el cual se comunica el ser humano».
Tomemos como ejemplo el idioma español, un lenguaje con el cual se han concebido obras como «Cien años de soledad», de Gabriel García Márquez; o «Don Qujiote de la Mancha», de Miguel de Cervantes.
«Pero también en español podemos escribir la lista de compras del mercado. Y sería absurdo poner esta lista al mismo nivel del Quijote», dice el experto.
Ahora, hablemos de arte, que es la capacidad o habilidad para hacer algo. O una actividad humana mediante la cual se interpreta al mundo real o se plasma lo imaginado.

Y esto se puede hacer mediante la literatura, la pintura o la música.
En este conjunto de manifestaciones no todas están al mismo nivel.
«En la Antigua Grecia las artes incluían cualquier tipo de oficio: desde el escultor hasta el que hacía las sandalias».
«Entonces decidieron dividirlas surgiendo las artes superiores, las que apelaban al oído o la vista», manifiesta.
Música es lenguaje, no arte: Belleza y buen gusto
En el siglo XVIII al francés Charles Batteaux se le ocurrió unificar las artes bajo con el concepto de belleza y buen gusto.
Las llamó las bellas artes, que son seis en total: la pintura, la escultura, la arquitectura, la música, la danza y la literatura.
«Las obras tiene que estar destinadas exclusivamente a la contemplación, es decir, que no cumplen una función utilitaria».
«Se trata de definiciones delicadas porque, por ejemplo, un florero tiene el fin utilitario de ser el recipiente de las flores, pero puede tener un nivel de elaboración que genera belleza», explica Muñoz.
Cuando algo se manufactura en serie deja de ser una pieza única y aunque puede seguir siendo muy bonito pierde su valor.
En 1911 el periodista italiano Ricciotto Canudo añadió el cine como el séptimo arte.

Música es lenguaje, no arte: Interpretaciones subjetivas
Pero no podemos olvidar que estas clasificaciones no dejan de ser puntos de vista, que con los años se convirtieron en parte de nuestra cultura.
«Lo importante es que existe la necesidad de darle su lugar y su valor a las obras».
«Para mí una obra de arte es una pieza única que cumple la función sublime de elevar el espíritu con su gracia, su belleza y su profundidad», expresa el conductor de «La Cata Musical».
Agrega que es capaz de modificar para bien el alma del ser humano.
«Arte no puede ser lo banal, lo simple, lo llano, lo predecible porque eso lo hace cualquiera, no tiene un valor especial.
Indica que aunque haga una nota muy bien redactando recordando que se debe pagar la renta, eso no lo convierte en un escritor.
Cada vez se descubre algo nuevo
«Elevar el espíritu: recuerdo que cuando yo era estudiante en Estados Unidos siempre iba al Museo de Boston a ver un cuadro de Pierre-Auguste Renoir y cada vez descubría algo nuevo».
«Retrataba a una pareja bailando. Era una forma de ver la cotidianidad y que le permitía a uno ver su propia historia, sus propias emociones, eso te ensancha el corazón. A partir de eso ya no eres el mismo».
«Yo quedé tan marcado que me prometí volver algún día junto a ellos con mi compañera. Y veinte años más tarde lo hice», confiesa.
Acota que hay una obra musical que está entre sus favoritas, que es el 2do movimiento de la Suite Orquestal número 3 de Johan Sebastian Bach.
«Es como un manantial de belleza inagotable, una prueba contundente de que en la vida es posible fabricar cosas colosalmente hermosas. Y ante esa magnitud todo se hace chiquito, incluyendo los problemas».

Momentos sublimes
«Es imposible escuchar a Bach sin sentir que algo intangible se eleva dentro de uno».
Recuerda también un pasaje de «El amor en los tiempos del cólera», de García Márquez.
«La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos., Y gracias a este artificio logramos sobrellevar el pasado».
Muñoz atestigua que esa frase se convirtió en un arma importantísima para combatir la nostalgia y para sincerar las memorias.
«Es decir me elevó al igual que Bach, que Renoir, que determinaron para mí lo que debe ser arte. Se trata, repito, de elevar el espíritu con gracia, belleza y profundidad».
«Hay música de entretenimiento, música que entretiene pero que no detiene, solamente tocan la epidermis de las emocione más básicas. Eso no está mal: lo malo es compararlas con las obras de arte».
«La música no es un arte solo por ser música pero gracias a Dios existen suficientes obras musicales para seguir elevándonos por el resto de nuestras vidas», concluye César Muñoz en «La Cata Musical».
Tomado de La Cata Musical.
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