No es muy común ver a un entrenador que a su vez es familiar, tío para más señas: Contrario a lo que se cree, el nivel de exigencia es alto, además de inculcarle responsabilidad y autocrítica.
Toni Nadal y Rafael Nadal: el valor del esfuerzo.
Por tres décadas el tío ha sido entrenador del sobrino.
La yunta ha rendido los mejores frutos: el tenista español ha ganado 21 títulos de Grand Slam, más que cualquier otro deportista.
Toni dicta una charla en la cual expone su labor como mentor y ancla emocional de su célebre pariente.
«He reunido dos condiciones importantes como estratega: primero, que es más difícil echar adelante a un familiar que a una persona ajena».
«Y segundo, que como somos medio catalanes he sido el entrenador más barato del circuito».
El público aplaude el gracioso comentario.
Toni Nadal y Rafael Nadal: Nada de sobrevaloraciones
«En Montecarlo teníamos que jugar una final contra Roger Federer. Le dije a Rafael que veía el partido complicado porque el suizo tenía mejores drives, reveses y voleas».
«Rafael me dijo ‘vaya moral que me das para salir a la pista’. Y le contesté: yo te puedo engañar pero Federer no lo hará».
«Esta ha sido una forma de entender mi entrenamiento: aceptar la realidad, algo complicado hoy en día. Siempre ofrecen mensajes positivos a los jugadores indicándoles que son los mejores».

«Pero yo prefiero no saberme lo suficientemente bueno. Ese es el primer paso para alcanzar los propósitos, He rehuido siempre de una sobrevaloración».
Luego, le añadió al raquetista mallorquín: «Si tú eres capaz de jugar cada punto como si fuera el último, si eres capaz de jugar como si se te fuera la vida en ello, si pones más ilusión que él, tienes muchas opciones de victoria».
«Esta búsqueda de la objetividad y evitar el engaño no me ha impedido nunca tener una máxima confianza en que lograríamos nuestros fines»,
Toni Nadal y Rafael Nadal: Absoluta confianza
«Siempre tuve la máxima confianza en que Rafael alcanzaría sus logros».
Recuerda que estando quinceañero Rafael, en casa del jugador español Carlos Moy.a, este le preguntó si «firmaría» que el joven sería en un futuro como el también ibérico Albert Costa.
En ese momento Costa había ganado el Roland Garros y era séptimo del ranking ATP.
«No, no lo firmo: yo quiero creer que Rafael será mejor».
Y entonces le inquirió si lo veía como un Moyá en ciernes, considerando que para ese instante era el número uno del planeta.
«Sí, que sea un Carlos Moyá lo firmo. Sin embargo, al irnos, después de cenar, manifesté ‘vamos, no lo firmo ni en broma’ «. Risas del auditorio.

Toni Nadal y Rafael Nadal: Forjamiento del carácter
Aduce que no queda más remedio que formar bien el carácter.
«Yo me preocupé más de la formación del carácter de Rafael que de formarle bien técnicamente».
«Siempre fue culpa suya que no aprendiera a sacar bien. Un padre una vez me consultó ‘¿esto es lo que le enseñas a mi hijo?’ . No, le contesté, esto es lo que aprende, lo que le enseño es muy diferente».
«Desde muy pequeño hice que Rafael asumiera la responsabilidad. Yo he sido un entrenador exigente que cree en la dureza como fin, no como medio. Yo nunca sería exigente con alguien por quien no siento gran aprecio».
«De esta exigencia intenté siempre que derivara en autoexigencia»,
Rememora una vez que lo acompañó a un torneo. «Mi sobrino hacía un completo desastre. Alguien me advirtió que estaba jugando con una raqueta rota. Rafael la cambió pero terminó perdiendo».
Al terminar el encuentro le pedí que me explicara cómo no se había dado cuenta de la anomalía.
«Estoy tan acostumbrado a tener siempre la culpa yo, que al final no me hubiera imaginado que era la raqueta la que me hacía perder», aseveró Rafael.
Sentido de la autocrítica
Toni reitera que hay que tener un buen sentido de autocrítica, que es fácil justificarse constantemente.
«Me pidieron en la academia que pusiera frases de aliento para los muchachos. Escribí ‘nunca una excusa nos hizo ganar un partido’ «.
«Una vez en el Abierto de Estados Unidos Rafael se quejaba de que las bolas no le cogían efecto. Ganó tres partidos pero siempre molesto. Le dije ‘lo que tienes que hacer es perder¡. Me hizo caso y perdió».
Luego, ganó una gran justa en Pekín con las mismas bolas del US Open.
«Las bolas cogen efecto en Pekín, pero en Nueva York no», sostiene que le comentó con ironía.
«Después en Australia le dije que no había jugado bien. Él me argumento que hacía mucho calor. Y yo le espeté que el calor estaba solo en media cancha porque el adversario sí había jugado bien».
«Es determinante en la vida la capacidad de aguante. Durante años lo entrené con bolas en malas condiciones, con canchas en malas condiciones. Alargaba el entrenamiento para que aguantara».
«Yo creo que el carácter se forma con la dificultad . Hoy los chicos teniendo tecnología, nutricionistas, estudios biomecánicos, estadísticas, les cuesta mucho más mejorar».

¿Qué es hoy lo esencial?
Se pregunta por qué a la gente de hoy en día se les hace arduo desbancar a los de antes.
«Creo que no han entendido qué es lo esencial, aclarando que no estoy en contra de la tecnología. Pero creo que hacer las cosas tan fáciles no ayuda. Hay que limitar los avances y volver a lo esencial».
«Lo esencial es la perseverancia, el respeto al rival, el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina. Nunca fue la tecnología lo esencial».
«Rafael tiene claro que lo que pasa es responsabilidad de él, que debe luchar hasta el final».
«Si él lo ha conseguido, evidentemente mucha gente lo puede alcanzar. No sé si todos pueden conseguir ser número uno, pero sí avanzar y mejorar».
Tomado de TEDx Talks.
También puede interesarte: Rafa Nadal entre los más ricos de las Islas Baleares