Cotidianidad en la vida medieval: ¿Cómo era la vida en el medioevo?
Cuando oyes el tema se te vienen a la mente castillos, caballeros, guerras y reyes.
Esto es lo que difunden libros y películas de ese período histórico. Pero pocos se refieren a lo que hacía la gente común a diario.
No todos iban a la guerra constantemente. La mayoría vivía en pueblos pequeños, con costumbres definidas y carencias evidentes.
El Medioevo ocurrió entre los siglos V y XV, desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 hasta la llegada de los europeos a América en 1492.
Fue una época de poder eclesiástico, conflictos bélicos, oscurantismo, censura literaria, aislamiento y epidemias.
Mil años durante los cuales se mantuvieron ciertas costumbres en los pueblos.
Revisemos los principales aspectos.
Cotidianidad en la vida medieval: Los asentamientos de pueblos
Cerca del 90 % de la población durante la Edad Media eran campesinos.
Vivían aislados en granjas separadas pero luego comenzaron a unirse en villas.
Era una época muy desordenada. Distintos jefes locales surgieron e intentos de invadir los terrenos. Esto llevó a la construcción de castillos y pueblos alrededor.
Los campesinos trabajaban la tierra y pagaban al señor feudal.
Las ciudades amuralladas protegían la vida dentro de las paredes, en escuelas, iglesias, casas, comercios, etc.
Cotidianidad en la vida medieval: ¿Cómo era el el día a día en la edad de las princesas, los caballeros y los castillos?
La vida seguía la pauta del calendario agrario, La mayoría trabajaba en el campo. Sembrar, producir y cosechar marcaban a los campesinos.
Cada familia tenía su sector pero laboraban de forma comunitaria en actividades como el arado.
Además de los campesinos, había herreros, artesanos, afiladores y hombres que ofrecían diversos trabajos de reparaciones, mantenimiento y construcciones.
También había campesinos libres, con sus propias tierras, que no pagaban al señor feudal.
La relación con el señor feudal era simbiótica, donde ambas partes debían cumplir y beneficiarse. El señor feudal ofrecía protección, un sistema de justicia, un molino, panadería y en ocasiones una iglesia.
Si el señor feudal era violento o tenía problemas con otros pueblos sus luchas eran sufridas por los pobladores.
Si era generoso la vida de los siervos era más tranquila.
Cotidianidad en la vida medieval: La nobleza
La nobleza por titularidad monárquica y los caballeros ejercían el control de las tierras.
Eran ellos los señores feudales, estatus que adquirían por herencia familiar o por haber prestado un servicio militar recompensado.
Dominaban los castillos y cobraban los impuestos.
El más alto nivel en la nobleza lo ejercían los reyes quienes controlaban los terrenos de sus reinos.
Los caballeros eran el nivel más bajo de la nobleza: no eran dueños de tierras pero las controlaban en nombre del monarca.
Los nobles tenían vidas distintas a la de los campesinos: se dedicaban a juegos o a escuchar música de los trovadores.
La vida medieval: El tipo de vivienda
Los campesinos y siervos vivían en casas pequeñas, con piso de tierra, paredes de madera y techo armado con barro, estiércol y paja.
Eran poco ventiladas y oscuras por tener escasas ventanas. Con las familias, en el interior de las viviendas, se encontraban los animales domésticos para evitar que los robaran o se escaparan.
Tenían pocos muebles, entre estos una mesa, banco y armarios. Las camas se hacían con telas rellenas de paja, y estaban usualmente llenas de piojos.
Las velas se elaboraban a base de grasa, así que desprendían un fuerte olor.
El baño era un balde que se vaciaba todos los días por la mañana en el río más cercano.
Algunos campesinos contrataban a personas para servir en el interior de las casas.
La vida medieval: La alimentación
Los platillos más comunes tenían avena, trigo y cebada. También vegetales, Usualmente tomaban caldos.
Pocas veces comían carne y cuando lo hacían solía ser de sus propios animales.
Es sorprendente saber que muy poco tomaban agua, ingiriendo vino y cerveza en su lugar.
El agua se usaba para limpiar y cocinar. Usualmente provenía del mismo río donde se vaciaban los desechos.
Los pueblos más grandes tenían pozos y mecanismos de zanjas, sistema precursor de las tuberías actuales.
El papel de la mujer
Las mujeres tenían un rol subordinado a los hombres de su misma familia y clase. Debían obedecer a sus padres, esposos o hermanos.
Las mujeres tenían un rol tradicional. Se esperaba que se casaran jóvenes, tuvieran hijos y se encargaran del hogar.
En el medioevo las féminas solían trabajar y desempeñar actividades de acuerdo con su estrato.
Además de las ocupaciones agrícolas, producían algunos artículos textiles.
Las mujeres más ricas podían dedicarse al comercio, prestaban dinero y manejaban pequeños hoteles.
Las más pobres vendían comida en los mercados o trabajaban como siervas domésticas.
Las nobles mantenían las actividades de su casa, con frecuencia empleando a siervas. Sin embargo, no podían participar en la política ni en asuntos de gobierno.
En la iglesia solo podían ser monjas, como hasta ahora.
La vestimenta
Los campesinos vestían con túnica corta que ajustaban con un cinturón.
Las piernas se cubrían con medias largas que llegaban hasta la cintura o cortas hasta debajo de la rodillas.
Los zapatos eran de cuero con suelas de madera. También usaban guantes y capuchas.
A veces los vestidos no tenía mangas, así que los brazos se cubrían con una ropa interior.
El atuendo interior era de lino y la ropa externa de lana.
Las formas de entretenimiento
La población tenía diversas formas de diversión.
Los niños usaban juguetes artesanales como muñecas, espadas de madera y pelotas.
Ya existían algunos juegos como el badminton, ajedrez, damas y backgamon.
Las festividades eran días libres de trabajo para la colectividad, la mayoría de carácter religioso.
También había ferias con la participación de bailarines, payasos, juglares y bufones. Proliferaban los cantantes y músicos, y los poetas recitaban sus obras en público.
Se montaban obras de teatro para todos o se dramatizaban historias de la biblia, de santos católicos y sus milagros.
En Inglaterra, por ejemplo, era común la historia de San Jorge y su victoria sobre el dragón que estaba a punto de devorar a la hija del rey.
El sistema de justicia
Los pueblos medievales tenían sus propios métodos de impartir orden y justicia.
Los robos eran muy frecuentes, Muchas bandas de ladrones acechaban para asaltar a los viajeros, amparadas principalmente en la oscuridad de la noche.
En algunos pueblos habían vigilantes que patrullaban las calles de noche portando antorchas, con el objetivo de que los criminales no hicieran de las suyas.
Las prisiones eran incómodas, pequeñas y poco higiénicas. Los presos no tenían nada asegurado así que dependían de que sus familiares les hicieran llegar comida.
Existían diversas modalidades de juicio. Una de ellas era el juicio por combate, en el cual el acusado debía pelear con un caballero para demostrar su inocencia con la victoria.
Se creía que Dios veía el juicio y se aseguraba de que ganara quien tenía la razón.
En el llamado juicio de prueba el acusado debía cumplir con una tarea impuesta para demostrar su inocencia. Usualmente las pruebas eran muy peligrosas, como lanzarse al fondo de un pozo profundo.
Si la persona flotaba en lugar de ahogarse se la consideraba culpable puesto que se creía que el agua la rechazaba.
Quienes cometían faltas leves pagaban una multa y eran condenados a pasar un tiempo en la picota, un instrumento de tortura construido de madera en el cual se posaban la cabeza y los brazos.
Crímenes grave como el homicidio y el robo eran sometidos a tortura y eventualmente condenados a muerte en la horca o en una pira. Las ejecuciones se hacían en público.
A principios del siglo XII surgió en Inglaterra el primer sistema de cortes reales, con el primer paso hacia los juicios orales.
Cotidianidad en la vida medieval: precaria higiene
Bañarse no era costumbre ni siquiera para las personas ricas. Los nobles lo hacían, si acaso, algunas veces al año.
Y es que bañarse implicaba un desafío logístico para llenar una tina, lo cual llevaba horas, y el mismo tiempo para desechar el agua.
Es por eso que toda la familia compartía el agua en la bañera.
En la época era común decir que de un campesino se esperaba que se lavara dos veces en su vida: el día que nació y el día que murió.
Lo que sí hacían era lavarse las manos y caras usando paños húmedos.
Algunos se bañaban en los ríos, pero tenían que estar pendientes de que no les robaran la ropa.
Además, suponía hacerlo en aguas contaminadas por desechos.
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