«Ojalá el gobierno de (Nicolás) Maduro no desperdicie la oportunidad de avanzar en una negociación inteligente con Estados Unidos, porque ponerse agalludo puede poner en peligro sus agallas y el impacto de Ucrania sobre nuestra economía, sin recursos rusos y sin acuerdos con EE.UU, puede ser muy negativo».
La advertencia la hizo el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, a través de su cuenta en Twitter, quien hizo un primer balance de las conversaciones entre las delegaciones de EE.UU. y de la administración de Maduro, este fin de semana.
«Es absolutamente natural que las primeras reuniones bilaterales entre los gobiernos de EE.UU. y Venezuela, sean cautelosas y no produzcan acuerdos inmediatos. En esta fase las partes están midiendo sus fuerzas de negociación y los intereses propios y de su adversario», argumentó.
Sin embargo, advirtió que «ninguna negociación entre adversarios, sin confianza entre ellos y con intereses encontrados, llega a un acuerdo inmediato, ni siquiera en emergencia. Pero arrancar las negociaciones y abrir las cartas es ya un logro relevante», sostuvo.
A juicio de León, «es obvio lo que EE.UU. busca en su visita a Venezuela: llegar a algún acuerdo que permita utilizar petróleo venezolano para contribuir en la estabilización del abastecimiento, concentrado en la producción de las empresas privadas, exigiendo también algún quid pro quo político».
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Por otra parte, cree que «el gobierno de Maduro también estará interesado en obtener licencias para la exportación de crudo, pero incluyendo Pdvsa, intentará conseguir a cambio las máximas concesiones posibles en términos de sanciones sectoriales y personales. No hay ninguna sorpresa en esto» afirmó.
También alertó acerca de que «no es posible proyectar hasta dónde pueden llegar estas negociaciones, pero sabemos que EE.UU. quiere regresar petróleo venezolano al mercado mundial, no solo a corto plazo (reorientación de la producción actual) sino a mediano (expansión de producción) y desea que ocurra con los privados. Sabemos también que su estrategia original de pasar cualquier decisión por México se mantendrá como solicitud formal a Maduro, pero está siendo superada por la necesidad de avanzar con la mayor velocidad y eso exige bilateralidad».
Asimismo, considera «obvio que esta nueva realidad pone retos frente a la oposición que ya no funciona como principal intermediario entre los dos gobiernos para negociar».
En consecuencia, alertas que «si la oposición no se adueña de una propuesta concreta de acuerdo, debilitará su influencia no solo frente a la gente sino internacionalmente».
Finalmente, el analista cree que «los rechazos a cualquier acuerdo, desde el chavismo, el congreso americano y la oposición más radical van a brincar en breve. El problema es que ahora se enfrentan a los intereses económicos y geo estratégicos de EE.UU., lo cual es un poco más complejo de enfrentar».
Janet Yucra