La inteligencia es una maldición o una bendición +Video

No son pocos los que aseveran que lo importante no es la inteligencia sino la intensidad con la cual se reacciona, tanto emocional como conductualmente.

La inteligencia es una maldición o una bendición.

Es vista por algunos como una especie de superpoder.

Hay inteligentes que hacen estupideces, tontos que saben ser percibidos como inteligentes.

Sirve como medida para conocer el éxito en la vida y al mismo tiempo facilita la aparición de males como la ansiedad y la depresión.

La inteligencia es una maldición o una bendición: ¿Es cierto que intimida?

La inteligencia por sí sola no intimida: es el que tiene mayor conocimiento en la materia de la cual se esté tratando el que puede convertirse en intimidante.

Así, un matemático puede ser intimidante ante un escritor y viceversa. Y los dos pueden serlo al mismo tiempo usando expresiones que el interlocutor no entenderá.

Lo que sí es cierto es que tiene que darse una condición: la rama o profesión tiene que ser vista como intelectual.

Porque por mucho conocimiento que tenga un agricultor, por ejemplo, es poco probable que intimide.

Lo mismo pasa con el típico «las mujeres inteligentes intimidan a los hombres».

Vemos artículos destacando sobre las féminas que están solteras apuntándose que eso es una señal de que son inteligentes.

La inteligencia es una maldición o una bendición en la pareja

¿Qué sentido tiene eso? A la mujer inteligente hay un hombre inteligente. Es quejarse por no saber buscar.

En 2019 se publicó un trabajo sobre si la inteligencia era sexy.

Y es verdad que cuando el hombre busca una relación a corto plazo busca que su pareja sea menos inteligente.

Pero, sea quien sea, hombre o mujer, se prefiere una pareja igual o más inteligente cuando opta por una relación a largo plazo.

En todo caso, los extremos no son buenos.

la inteligencia: un rasgo esencial

Las parejas poco inteligentes se evitan porque conllevan problemas a nivel social y biológico si se piensa en tener hijos.

Y del mismo modo si tu pareja es exageradamente más inteligente que tú, trae sentimientos de inferioridad e inseguridad al pensar que no eres suficientemente bueno y que encontrará a alguien mejor.

Por lo que el dicho no debería ser «los inteligentes intimidan» sino los muy básicos son intimidables.

Así que las parejas más equilibradas en inteligencia son las más satisfactorias.

Por supuesto, todo lo anterior no importa si el físico y la personalidad no acomapañan.

La inteligencia es una maldición para los genios

Es más fácil aceptar que eres inteligentes y que intimidas a los demás, que pensar que eres prepotente, arrogante y un egocéntrico que cree que siempre tiene razón o que su opinión importa más.

Otra exageración es la de los genios locos.

Revisando la historia encontramos célebres ejemplos.

Vincent Van Gogh en sus últimos años se ahogó en una depresión que, sumada a su más que probable trastorno bipolar, a ratos le impedía pintar y a otros lo hacía con demasiado entusiasmo.

Al final, apareció con una herida en el pecho diciendo que él mismo se había disparado, muriendo dos días después con 37 años.

Sin hablar, claro, de que supuestamente pintaba sus alucinaciones o que decidiera que era más aerodinámico tener una sola oreja.

La inteligencia es una maldición que se puede llevar como una cruz

Por su parte, Edgar Allan Poe dijo «ahora ya no vale más razonar conmigo. No puedo más. Tengo que morir. Desde que escribí ‘Eureka’ no puedo hacer nada más».

Intentó quitarse la vida tomando láudano.

En conclusión, su deceso fue tan extraño como morboso para alguien como él. Le vieron un día caminando por la calle vistiendo ropas que no eran suyas, delirando, no recordando nada.

La sordera de Ludwig van Beethoven lo volvió muy irritable. Se piensa que además de depresión también sufría de trastorno bipolar. Asimismo, planeó quitarse la vida.

la inteligencia es una maldición

Quinientos años después de su fallecimiento, Leonardo da Vinci es una de las primeras figuras que te vienen a la mente cuando piensas en genios locos.

Su problema fue probablemente déficit de atención con hiperactividad. Ese diagnóstico encajaría con su personalidad.

De él se afirma que en el aprendizaje y en las nociones básicas de las letras habría obtenido una gran habilidad si no hubiera sido tan variable e inestable, al disponerse a aprender muchas cosas y luego después de haberlas comenzando abandonarlas.

Da Vinci mismo confesó que «La última Cena» no estaba terminada. Y demoró dieciséis años en completar la «Mona Lisa».

Uno de sus lamentos al final de su vida fue haber ofendido a Dios ya la humanidad por no haber trabajado en su arte como debería haberlo hecho.

En el caso de Isaac Newton encontramos un individuo muy neurótico. Siempre estaba preocupado por los errores del pasado. Tal era su interés por el avance científico que desarrolló depresión y crisis nerviosas.

Pero la inteligencia también puede ser una bendición para los genios cuerdos

Pero también hay una lista de genios cuerdos, si los quieres llamar así.

La encabeza Wolfgang Amadeus Mozart, quien, a diferencia de da Vinci, terminaba sus trabajos en plazos cortos, mostrando gran energía.

Su mayor desgracia fue la pobreza.

Lo del científico Stephen Hawking fue una enfermedad física que lo confinó a una silla, sin poder moverse, hablar ni mostrar emociones.

la inteligencia es una maldición

Aún así estaba más cuerdo que la mayoría de las personas.

¿Y cómo no? A Albert Einstein también podemos agruparlo aquí.

Son los artistas y no los hombres de ciencia los que se ven más perjudicados, destacando los escritores y los poetas.

Asuntos importantes

No olvidemos que cuando decimos locos estamos refiriéndonos a enfermedades mentales o, en el mejor de los casos, trastornos de la personalidad.

Y cuando decimos genios entendemos innovador, creador y talentoso en su campo, no necesariamente un intelectual.

Si nos centramos puramente en la alta inteligencia, no es nueva la idea que la conecta con la depresión o la ansiedad.

La idea simplificada viene a aseverar que estas personas superdotadas lo son gracias a su gran conciencia, hiperreactivas a los estímulos.

Claro que puede ocurrir en cualquier persona porque lo importante no es la inteligencia sino la intensidad con la cual se reacciona, tanto emocional como conductualmente.

Tomado de Tri-line.

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