Los Amigos es una estación biológica que se ubica en Madre de Dios, Perú. Está formada por 145.965 hectáreas de bosques prístinos; es decir, prácticamente libre de actividad humana, y es el hogar de casi 5.000 especies de flora y fauna. Sin embargo, posee concentraciones de mercurio que rivalizan, o incluso superan, los niveles registrados en áreas altamente contaminadas por minas de mercurio y por la combustión industrial de carbón en China. Así lo revela un estudio publicado en la revista “Nature Communications”, en el que participaron investigadores nacionales e internacionales. El culpable de este panorama es la minería ilegal de oro.
El estudio analizó cinco bosques amazónicos en Madre de Dios, tres antiguos (Los Amigos, Boca Manu y Río Chilive) y dos jóvenes (Boca Colorado y Laberinto). El objetivo fue determinar qué ocurre con el mercurio usado en la minería de oro en la región, ya sea ilegal o en proceso de formalización, y el impacto que tiene en los ecosistemas amazónicos. Se tomaron muestras de aire, vegetación y suelo.
“En la minería artesanal de oro se usa mercurio para formar una amalgama que luego se quema. Esto libera emisiones. Hemos visto que todo el mercurio en el aire asociado a la extracción de oro es capturado por los bosques aledaños a las zonas mineras. El mercurio se transporta por el aire, se adhiere a las hojas de los árboles y después cae al suelo”, explicó a El Comercio Claudia Vega, investigadora que participó en el estudio y coordinadora del Programa de Mercurio del Centro de Innovación Científica de la Amazonía. “El bosque atrapa esa contaminación por mercurio”, recalca.
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